SÍNTOMAS Y TRATAMIENTO
Los hongos de las uñas se producen por una infección conocida como onicomicosis, que causan hongos o levaduras. La infección por hongos suele comenzar en el borde de la uña y si no se trata, se suele ir extendiendo por toda la superficie de la uña.
Las infeccions por hongos en las uñas suelen producirse con mayor frecuencia en los pies que en las manos, debido a que se encuentran la mayoría del tiempo tapados por el calzado. El sudor puede causar un ambiente propicio para que proliferen los hongos.
Los signos visibles más significativos son:
Los motivos principales son:
"Los hongos en las uñas se pueden transmitir a través de objetos infectados, como cortaúñas, tijeras, limas, esmaltes, calcetines o zapatos"
El tratamiento de los hongos suele ser muy tedioso y prolongarse en el tiempo hasta que se consigue erradicar.
Los tratamientos más usados son los siguientes:
Se pueden usar tanto por vía oral como por vía tópica. Los medicamentos orales deben prescribirse por un médico y suelen ser más efectivos en casos severos o persistentes, aunque pueden tener efectos secundarios a nivel hepático y no suelen usarse como primera elección.
Los tratamientos tópicos son lo más usados, se aplican directamente sobre las uñas infectadas y suelen ser en formatos de lacas de uñas, soluciones o cremas.
1. Mantener las uñas secas y limpias: Debemos mantener las uñas cortas y limpias para ayudar a prevenir la propagación de la infección. También debemos de secarnos bien las manos y los pies después lavarlos.
2.Debemos de cambiarnos los calcetines y zapatos de forma regular, los calcetines deben hacerse de forma diaria y los zapatos debemos usar unos que sean transpirables para prevenir la proliferación de hongos.
Además, si hemos usado un calzado sin calcetín y ya teníamos el hongo, debemos de tratar también el calzado con sprays antifúngicos para evitar una sobreinfección.
3. No debemos compartir los objetos personales: Los hongos en las uñas se pueden transmitir a través de objetos infectados, como cortaúñas, tijeras, limas, esmaltes, calcetines o zapatos.
En cuanto a los remedios naturales, se ha hablado de las propiedades del aceite de árbol de té como antibacteriano y antifúngico. Sin embargo, la evidencia científica sobre la eficacia de este remedio es limitada.