PAREJA
Descubre si tus miedos e inseguridades están o no fundamentados en una amenaza real.
Los celos tienen muy mala fama, incluso si los mostramos podemos sentirnos avergonzados. La realidad es que los celos son muy peligrosos y pueden deteriorar en gran medida nuestra relación. Los celos pueden ser tan intensos que se conviertan en patológicos considerándose un tipo de trastorno delirante. Pero otras veces, los celos están fundamentados en una amenaza real. Veamos en este post las diferencias en cada caso.
¿Qué son los celos y por qué aparecen?
Los celos pueden definirse como el miedo y la inseguridad que aparecen tras percibir que una relación personal significativa está siendo amenazada y corre el riesgo de desaparecer o deteriorarse por causa de una tercera persona. Los celos son independientes a que la amenaza sea real o imaginaria.
La mayor motivación de los celos es el anhelo de la exclusividad con el compañero sexual. Sin embargo, aunque los celos generalmente aparecen en relaciones de amor romántico, también pueden aparecer en otro tipo de relaciones como de hermanos, amigos o compañeros de trabajo.
Los celos realmente no son emociones simples, sino que son una respuesta emocional compuesta de al menos tres emociones básicas: ira, tristeza y miedo. También se pueden considerar un mecanismo de defensa que aparece sobre todo en personas con un apego inseguro ambivalente.
Las personas con apego inseguro ambivalente han crecido con miedo a la separación y al abandono debido a que en la infancia sus cuidadores principales han sido inconsistentes en las conductas de cuidado y seguridad hacia el niño, generando en él desconfianza e inseguridad. Son personas que esperan recibir más intimidad o vinculación de la que se les proporciona.
Las características básicas de las personas con tendencia a los celos son las siguientes:
¿Es normal sentir celos?
Cierto grado de celos en una situación específica de infidelidad -real o posible- por parte de la pareja, se considera normal en el amor maduro, porque es una reacción comprensible y proporcionada ante tal situación.
Lo que no sería normal sería la celotipia: la creencia constante de ser engañado por la pareja, aunque exista la presencia de argumentos razonados o evidencia en contra. En este caso, puede formar parte de un trastorno delirante.
En cuanto a las diferencias sexuales, los hombres son más sensibles a la infidelidad sexual potencial, mientras que las mujeres son más sensibles a la posible pérdida de atención y de apoyo emocional.
¿Cuándo hablamos de celos patológicos?
Los celos patológicos estarían dentro del trastorno delirante celotípico. Hablamos de este tipo de trastorno cuando los celos dejan de ser comprensibles y se fundamentan en creencias irracionales y motivos infundados. Además, en el trastorno delirante celotípico, la reacción sobrepasa la lógica de lo razonable porque se establecen medidas extremas de evaluación a la pareja, como contratar a un detective, realizar acusaciones verbales, interrogaciones o confirmación de los lugares que frecuenta la pareja. Los pensamientos intrusivos y la sospecha constante son centrales en el trastorno.
El tratamiento psicológico en estos casos no se enfoca en convencer al paciente de modificar su creencia, sino en las consecuencias de sus conductas para encapsular el delirio, disminuir las repercusiones emocionales y las conductas agresivas.
¿Qué hacer ante los celos?
Lo primero es averiguar la causa de los celos. Es decir, ¿los celos se fundamentan en una amenaza real? Si es así, es importante gestionar este conflicto dentro de la relación de pareja para conseguir dos objetivos:
En conclusión, ante los celos debemos observar tanto las razones como las reacciones para saber hacia dónde debemos dirigirnos.
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