FIESTA DE PIJAMAS

Cómo saber cuando un niño está preparado para dormir fuera de casa

Dormir fuera de casa puede ser una experiencia divertida y enriquecedora para los más pequeños, sobre todo si comparten una noche con sus amigos, pero ¿cómo sabemos si nuestros hijos están preparados para pasar una noche sin sus padres? En este artículo te lo explicamos.

Niñas en una fiesta de pijamasiStock

¿A qué edad un niño está preparado para dormir fuera de casa sin sus padres? Esta pregunta suele aparecer por diversas circunstancias, una de ellas es cuando los más pequeños de casa entran en una etapa en la que desean compartir más experiencias con sus amigos y convivir con ellos. Es común que llegue un momento en el que pidan permiso para quedarse a dormir en la casa de alguno de ellos, y es entonces cuando te planteas: ¿Ya está preparado para dormir fuera? ¿Qué riesgo podría implicar que se quede a dormir en casa de algún amigo o amiga?

No hay una única edad "correcta"

Es importante identificar que no hay una edad "única o correcta" para que esto suceda, ya que cada niño tiene su propio ritmo de desarrollo y madurez emocional. No todos los niños estarán listos al mismo tiempo para dormir sin sus padres.

¿Cómo sé si mi hijo ya está listo?

Existen algunas pautas que nos podrán ayudar a identificar si tu hijo ya está listo para pasar una noche sin sus padres:

Podemos cuestionarnos si tiene la suficiente madurez emocional dentro de lo que considera para su edad; es decir, ¿Se siente cómodo y seguro con la idea de dormir fuera de casa sin sus padres? Si la respuesta es sí, este puede ser un indicador positivo.

Otra pauta será identificar si el niño ha tenido experiencias previas similares; es decir, si ha pasado tiempo separado de sus papás, por ejemplo, en estancias con familiares o amigos, y si en esas ocasiones, ha demostrado adaptabilidad y bienestar emocional, entonces puede ser otro indicador de que está más preparado para pasar una noche fuera de casa.

En estos casos, el poder establecer una comunicación abierta con tu hijo, sobre la experiencia que vivirá y permitir que te comparta sus sentimientos y preocupaciones al respecto, será de gran ayuda, puesto que al escucharles hablar abiertamente sobre ello, podremos tomar una mejor decisión.

Garantizar su seguridad y bienestar

Además de los puntos que es importante tener en cuenta, no olvidemos la importancia de tomar las precauciones necesarias para asegurarse que el hogar donde el niño pasará la noche sea seguro y adecuado para su edad.

Si el niño tiene alguna necesidad especial, por ejemplo, alguna necesidad dietética, alergia o condición médica, es posible que los progenitores consideren que no es conveniente permitir que duerma fuera.

Sin embargo, este tema no debe ser un gran impedimento si nos aseguramos de que el pequeño lleva consigo los medicamentos necesarios y se comenta con los cuidadores que se van a hacer cargo del niño.

Es fundamental asegurarse de que habrá una supervisión adecuada por parte de los cuidadores que lo recibirán en casa. Debemos cerciorarnos de que el niño se siente cómodo y tranquilo con la idea de dormir fuera de casa, y brindarle la opción de comunicarse con mamá y papá siempre que lo necesite.

Con una buena comunicación y coordinación entre los padres o adultos cuidadores, -además de estar al tanto de los posibles riesgos- suele ser una experiencia divertida y enriquecedora para los niños; por lo que es importante evaluar individualmente cada situación y considerar los puntos mencionados anteriormente.