Cómo ordenar el mueble del baño

El mueble del baño es aquel espacio abierto (en forma de estantes) o cerrado (en forma de armario), en el que depositamos todos los productos o materiales que utilizamos para asearnos o mantener nuestra higiene personal. El problema con este rincón de la casa está en que, muchas veces, se puede convertir en un auténtico caos de cajas, embalajes y recipientes que van acumulando polvo y suciedad.

Al final, esta situación acaba jugando en nuestra contra, ya que, cuando necesitamos algo que, supuestamente, tendría que estar en el baño, solo encontramos objetos oxidados y recipientes vacíos llenos de cabellos y de restos de productos.

Seguro que, con esta introducción, ya te hemos concienciado de lo importante que es mantener el mueble de tu baño bien ordenado y limpio. Por esta razón, te damos algunos consejos para que puedas cumplir con éxito esta misión.

Tips para ordenar el mueble del baño

Deshazte de los embalajes

Para que el baño conserve una buena imagen y se vea cuidado, elimina todo tipo de embalajes de productos (el de los rollos de papel de WC, de tampones y compresas, forros de plástico de los algodones, cajas de pastas de dientes por estrenar, etcétera) y sustitúyelos por cestas de tela o mimbre.

Clasifica por tipo de productos

Tienes que disponer de varias cestas para poder agrupar los productos por categorías. Es decir, agrupa en un mismo recipiente los productos para la menstruación, los de primeros auxilios (alcohol, agua oxigenada…), las diademas, cintas y clips para el pelo, etc.

Tampoco olvides guardar los bastoncillos para limpiar los oídos en un recipiente especial para ello. En Amazon puedes encontrar organizadores con diseños atractivos.

Recipientes adecuados para los objetos grandes

Para las herramientas grandes, como planchas, secadores y cepillos de cerdas anchas, utiliza, también, cestas altas para que queden bien guardados y los cables no sobresalgan.

Tiras los botes de productos vacíos

Tenemos la mala costumbre de no tirar los productos que ya hemos terminado. Igual que nos pasa con el frigorífico, ¿Cuántas veces hemos encontrado el brik de leche vacío aún dentro de la nevera? Con el armario del baño suele ocurrir lo mismo.

Eres plenamente consciente de que los botes vacíos no hacen más que ocupar espacio, inducir al error (porque pensamos que están llenos) y acumular polvo. Así que, haz un repaso de los recipientes de tus estantes y tira aquellos que ya estén terminados.

Un estante por persona

Si tu armario o estante es lo suficientemente grande, trata de atribuir un espacio para cada miembro de la familia. De este modo, cada uno tendrá sus productos concentrados en un solo lugar y no alterará el orden del otro.

De mayor a menor uso

Igual que hacemos con la distribución del armario de la ropa, lo más eficiente es colocar los productos que más usemos más a mano y, por lo tanto, en la parte delantera del armario, y los que menos usamos, detrás.

Por ejemplo, las zonas traseras pueden estar destinadas a los productos de primeros auxilios (ya que, en principio, solo los usamos de manera ocasional), mientras que, las cremas para tu rutina facial puedes colocarlas delante.

Mantén la zona limpia

Otro factor imprescindible para mantener la higiene y reducir el ruido visual es conservar el armario limpio (y el baño en general). En el caso de los espacios de almacenaje, que suelen guardar productos en formato crema o líquido, es frecuente encontrar derrames o goteos, así que, no esperes a que se sequen y límpialos nada más ocurran.

También es importante que elimines los pelos de los peines y cepillos, ya que, de no ser así, acaban cayendo al suelo o en los estantes.

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