SEGURIDAD
Las cerezas y las uvas son frutas pequeñas con forma esférica y por eso hay que tener cuidado sobre todo en los menores de 5 años.
Cuando nuestro peque ya está preparado para incorporar en su dieta los alimentos sólidos, es importante seguir las recomendaciones pediátricas sobre cómo hacerlo correctamente. Hay frutas como las cerezas o las uvas que si no se ofrecen bien podrían causar atragantamientos.
Si se aplica la técnica del Baby Led Weaning (BLW) es necesario asesorarse también sobre cómo aplicar este método. También hay que tener en cuenta las habilidades psicomotrices del niño, puesto que en función de la edad estará más o menos preparado para gestionar ciertos alimentos.
En NovaMás hemos hablado con la dietista-nutricionista Lidia Folgar, especializada en nutrición pediátrica y autora de libros como 'Aprender a comer solo', entre otros.
Despejamos con ella las dudas sobre cómo ofrecer frutas como las cerezas, con las que hay que tener ciertas precauciones.
¿A qué edad se pueden ofrecer las cerezas?
Entre las preguntas más demandadas por los padres y madres en las consultas pediátricas está la de cuándo se pueden ofrecer ciertos alimentos, a qué edad.
En el caso de las cerezas, Lidia Folgar confirma que no existen evidencias científicas sobre esta fruta en concreto "pero sí sobre las uvas, que tienen forma y tamaño similar, y no se recomiendan enteras antes de los 5 años".
El truco para sacar el hueso de las cerezas
Aunque no hay evidencias que determinen una edad fija hasta la que es necesario sacar el hueso, "como tiene una textura y tamaño similar a los frutos secos, si seguimos la misma recomendación, también hablaríamos de sacarlo al menos hasta los 5 años", detalla la nutricionista.
El caso es que circulan por internet diversos vídeos con un truco para extraer el hueso de las cerezas conservando su forma. Es decir, sin necesidad de medio destrozar la fruta para su extracción.
Se trata simplemente de usar una pajita de las de beber. Cogiendo la cereza con una mano y presionando la pajita desde el tallo, el hueso se puede sacar con relativa facilidad.
No obstante, ofrecer las cerezas sin el hueso pero enteras cuanto más tarde, mejor. La recomendación de los profesionales es, además de quitar el hueso, cortar tanto las uvas como las cerezas.
Hay que tener en cuenta que ambas frutas tienen una forma que puede resultar peligrosa para los más pequeños, si se ofrecen enteras: "al tener forma esférica, en el improbable caso de aspiración accidental pueden producir asfixia", explica la especialista.
Por este motivo, ella también confirma que es aconsejable cortarlas antes de ofrecerlas a los más pequeños.
Cuando se corten, al igual que las uvas, se recomienda hacerlo en vertical. Es decir, dejar la fruta cortada con forma alargada y evitar las mitades redondas.
¿Cuál es la mejor fruta para empezar con el BLW?
Ya ha quedado claro que hay que evitar a toda costa los alimentos con forma esférica. La especialista en nutrición pediátrica, además, detalla que hay que prestar atención y evitar aquellos "del tamaño de una modeda de 2 a 5 cm".
Además, a la hora de empezar con el BLW es imprescindible tener en cuenta las habilidades de psicomotricidad fina de los bebés. "Hasta los 9 meses aproximadamente no saben hacer la pinza con el dedo, por lo que no podrán sujetar por sí mismos frutas pequeñas", detalla Folgar.
Además de prestar atención a la incorporación de frutas pequeñas también hay que seguir ciertas recomendaciones con la manzana,"que se puede ofrecer, pero no en formato crudo, sino en otros formatos, como por ejemplo asada unos minutos en el microondas", matiza.
Así pues, teniendo en cuenta lo explicado hasta ahora, Lidia Folgar nos explica que muchas familias suelen preferir empezar con el plátano porque tiene una forma fácil de sujetar, no tiene pepitas y es de textura muy blanda.
Lo cierto es que también es muy importante que el adulto se sienta seguro al ofrecer los alimentos a su pequeño y que confie en él.