No, no hay que sufrirlas en silencio
En el imaginario de muchas mujeres todavía sigue presente aquel anuncio sobre las hemorroides que hablaba de sufrirlas en silencio, cuando en realidad, por fortuna, existen numerosos remedios para no tener que sufrirlas y poder convivir con ellas en relativa paz y armonía.
Las hemorroides no son más que venas dilatadas que se encuentran en la región anal o al final de los intestinos, que pueden ser externas o internas (se dilatan dentro del recto y no salen al exterior). Pueden ser asintomáticas o pueden producir dolor, picazón o sangrado.
En los casos más graves, se puede prescribir una cirugía, aunque la mayoría de personas suelen notar alivio con pomadas y con algunos truquitos caseros que las hacen mucho más llevaderas. Estos son algunos de ellos:
Fibra, fibra y fibra
Antes de comenzar a aplicar cremas, que al final acaban siendo pan para hoy y hambre para mañana, conviene realizar cambios profundos en la dieta que deberemos respetar siempre, también cuando viajamos o cuando se altera la agenda. Es básico evitar el estreñimiento, y para ello la mejor opción es incluir fibra en la dieta a diario. Frutas, cereales integrales, legumbres, frutos secos y otros alimentos con fibra deben estar presentes en nuestro día a día, y en cuanto notemos que estamos un poco estreñidas siempre es mejor recurrir a algunas pastillas naturales para tratar de activar el tránsito intestinal. Hacer ejercicio físico, yoga, buscar momentos para ir al baño… Todo ello nos puede ayudar a mejorar la actividad intestinal y que las hemorroides no sufran. En este sentido, también será de gran ayuda beber mucha agua.
Baños de asiento
Introducir la zona en agua tibia durante unos 15 o 20 minutos cuando notemos molestias aliviará enseguida el dolor y la picazón. Si al agua añadimos algunas plantas con efectos antiinflamatorios y analgésicos mejor que mejor. La manzanilla y la lavanda son grandes aliadas.
Aloe vera
Si tienes una planta de aloe vera en casa, solo tienes que cortar una hoja, retirar las espinas, lavarla muy bien, quitar la pulpa y aplicar el líquido sobre la hemorroide durante un rato. Notarás el alivio inmediatamente, y además verás cómo se reduce el sangrado, si es que lo hay. Si no tienes una planta de aloe vera en casa siempre puedes comprar un gel en la farmacia y aplicarlo cuando notes molestias.
Infusiones
Algunas plantas como el castaño de Indias, la vid o el hamamelis no solo ayudan a calmar el dolor y la inflamación cuando se aplican externamente, sino también si las tomas en infusión. Olvida durante unos días café, chocolate, picantes y otros irritantes y apuesta por las infusiones digestivas con estas plantas.
Hielo
Aplica un cubito de hielo envuelto en un trapito sobre la zona afectada y verás cómo notas enseguida su efecto antiinflamatorio y analgésico.
Trabaja con tu cuerpo
Una de las posturas que te pueden ayudar a mejorar el tránsito intestinal y con él las hemorroides es la postura del niño, que consiste en sentarse de rodillas en el suelo y bajar el tronco hasta enroscarse. Intenta practicarla a diario, durante unos minutos y verás cómo empiezas a ir más al baño si la combinas con una correcta alimentación. Otra buena postura es alzar las piernas y apoyarlas en la pared.
Toallitas sí, pero con cuidado
Evita el papel higiénico, que rozará la zona anal, y trata de comprar toallitas específicas para las hemorroides, ya que otro tipo de toallitas pueden resultar irritantes.