Los aceites, básicos
Sequedad en el ambiente, calor, sol… un cóctel que nos puede dejar la piel como el desierto del Sáhara. Imagina entonces la de los más pequeños.
Hidratarse hay que hidratarse todo el año, es evidente, pero parece claro que en verano necesitamos un plus, sobre todo si vives en ciudades donde el ambiente es seco o si simplemente estás en un entorno en el que se hace uso y abuso del aire acondicionado debido a las altas temperaturas.
Todo esto nos reseca la piel, a los pequeños de la casa, también. Por eso te vamos a dar unos útiles consejos sobre cómo mantener hidratada la piel de los enanos.
- La ropa, fresquita. Cuando los niños son muy pequeños tememos que se puedan resfriar, aunque sea verano, si los sacamos a la calle con poquita ropa, pero en realidad ellos van a tener el mismo calor o frío que puedas tener tú, así que no temas sacarles ligeros. Procura que los tejidos sean frescos (tipo lino, algodón..) y transpirables.
- El sol, si son muy pequeños, ni verlo. No debería exponerse al sol a los bebés más pequeños, de menos de seis meses. A partir de ahí, fundamental, ya imaginarás, la crema solar con factor de protección alto: 50. El formato, en crema o spray, lo eliges tú, pero crema sí o sí y reponiendo cada cierto tiempo si vas a estar mucho expuesta al sol. Sé generosa cuando la apliques y extiéndela por todas partes, también, los pliegues de la piel.
- Es clave en el cuidado de esa piel delicada, que el niño esté hidratado por dentro. Si tu bebé ya toma agua, ofrécele de forma recurrente. Lo mismo para niños más mayorcitos. Y hemos dicho agua, mucho mejor que zumos y bebidas azucaradas. Un organismo hidratado por dentro redunda en una piel hidratada. Y quien dice agua, dice fruta, sobre todo las que tienen alta concentración de agua, como la sandía que además, les encanta.
- A diario, después del baño, ponle un extra de hidratación. Si es recién nacido, mejor una loción que una crema, y que sea hipoalergénica. Si es más mayorcito, te aconsejamos los aceites para bebés, que son una maravilla. Por ejemplo, el de almendras es muy hidratante.
- En el ambiente, intenta utilizar protectores pasivos del calor en casa (es decir, toldos, persianas, etc). Si no te queda otra que poner el aire acondicionado, que sea a una temperatura de alrededor de 23 grados. Un humidificador ayudará a que el ambiente no se reseque y eso redundará en la hidratación del niño.
- Si evitas el uso de suavizantes en la ropa o de jabones que sean muy agresivos (los que tienen mucho perfume lo son), ayudarás a evitar esa sequedad en la piel. También es conveniente evitar las colonias que tienen mucho alcohol o perfume.