INTRUSOS EN TU HOGAR
Habitan en zonas húmedas y, a pesar de que son inofensivos, puede resultar muy molesto tener que lidiar con ellos.
Vivir en una zona fresquita tiene muchas ventajas, pero cuando esto trae consigo humedad y sus problemas derivados, quizás no te guste tanto. Por más limpia que mantengas tu casa, puede que alguna vez hayas visto escondidos entre grietas y rendijas pequeños insectos que se esconden en tu baño o en la cocina.
Se conocen como pececillos de plata (Lepisma saccharina) y son una de las plagas hogareñas más comunes. Son insectos nocturnos y no voladores que se alimentan de los hongos que crecen en zonas húmedas. ¿Son peligrosos? ¿Transmiten alguna enfermedad? ¿Qué puedes hacer para deshacerte de ellos? Te lo contamos.
¿Son peligrosos?
Son alargados, miden de media unos 10 milímetros de largo y suelen acechar en la oscuridad. Popularmente se dice que los pececillos de plata van a por nuestras orejas y se intentan colar en nuestros oídos, pero eso no es más que un "cuento chino".
Además de hongos, se alimentan de materia orgánica, papel, cartón, silicona o restos de tejido. Y es que estos insectos grisáceos son inofensivos porque ni son peligrosos para las personas ni tratan de atacarnos.
Es más, los científicos coinciden en que no pican ni transmiten ningún tipo de enfermedad, por lo que tanto nosotros como nuestras mascotas estamos a salvo de los pececillos plateados.
En materia de daños materiales, son un poco más "peligrosos". Si convives con ellos, en ocasiones verás cómo estos pequeños invasores provocan daños en los alimentos, invaden algún tarro de cereales o se comen la esquinita de tu libro favorito.
¿Cómo evitar los 'pececillos plateados'?
Cuanto más húmeda sea la zona en la que vives, más complicado será deshacerte de tus pequeños huéspedes. Entre las recomendaciones más comunes están tapar juntas y grietas, pues viven en ellas.
Y, por otro lado, mantén tu casa aireada siempre y evita cualquier filtración de agua que pueda existir. Una cosa sencilla y efectiva que puedes hacer es escurrir bien la fregona antes de pasarla.
Si todo esto no te ha funcionado, te recomendamos que pruebes con esparcir canela o esencia de lavanda, ya que estos junto a otros aromas como el limón o la naranja, en los mejores casos, actúan como repelentes naturales.
Recomendación extra: Aunque hayas acabado con la plaga, ten en cuenta que alguna pececilla plateada puede haberte dejado un “regalo” entre las grietas de tu casa, y es que pueden ser entre dos y 20 huevos minúsculos, así que estate atento y échale un ojo.
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