LIMPIEZA EN LA COCINA

Cómo limpiar la encimera de la cocina para que brille como los chorros del oro

Qué socorrida la encimera: lo mismo dejas allí apoyada la compra cuando llegas de la calle que te sirve como tabla para amasar pastas de pizza y panes. Te decimos cómo tenerla limpia como la patena.

Es uno de los elementos básicos de toda cocina: la encimera. Y uno de los que más usamos pero a menudo no la usamos como debiéramos ni tampoco utilizamos los productos adecuados para limpieza, en la mayoría de los casos, por desconocimiento. Porque no debe limpiarse igual una encimera de piedra natural que una de madera. Cada una requiere de una cosa diferente y lo importante es que lo sepas para que esta parte de tu cocina tan vistosa y socorrida siga estando como el primer día. O casi.

Lo primero, para limpiar cualquier encimera, necesitarás una esponja suave (nada de estropajos, corres el riesgo de rayarla), jabón neutro, una bayeta y agua. Y después, dependiendo del material con el que esté hecha, necesitarás un producto u otro. Retira todos los elementos, tanto de cocina como decorativos, que estén encima antes de empezar la limpieza.

Encimera de piedra natural: las más empleadas son el mármol, el granito, la pizarra, el cuarzo… Son materiales muy duraderos y resistentes al calor, pero cuidado porque también son muy porosas con lo cual, cuando se manchen, conviene limpiar rápidamente las manchas para que el material no las absorba y luego estemos fomentando, sin saberlo, la contaminación entre alimentos. Te diremos que no conviene limpiar ni con limón ni con vinagre porque por su acidez pueden dañar la piedra. Tampoco es recomendable la lejía. ¿Qué usar entonces? Agua tibia y un poco de jabón, sirve el de los platos pero si tienes uno con pH neutro, mejor. Cuando frotes con la parte suave de la esponja, después secas o con bayeta, papel de cocina o trapo.

Piedra artificial: lo mejor para estas superficies es el detergente neutro diluido en agua tibia. Con esto mantendrás su acabado brillante por más tiempo.

Madera natural: cuidado con que absorban líquidos y con la humedad así que si quieres que dure, deberás tratarlas cada cierto tiempo con un producto específico para limpieza de encimeras de madera. La limpieza es sencilla: agua y jabón neutro, pero después, seca muy bien las superficies.

Encimeras laminadas: en estas encimeras el vinagre sí nos puede ayudar con la suciedad más incrustada. Eso sí, siempre diluido en agua y frotando con una esponja suave. Si no está muy sucia, bastará un trapo húmedo con unas gotas de jabón.

Encimera de acero inoxidable: si te fijas, son las que suelen estar instaladas en las cocinas de los restaurantes y por algo será, ¿verdad? Es uno de los materiales más resistentes e higiénicos, algo esencial en estos establecimientos. Y además, de lo más sencillo de limpiar: agua y jabón y solucionado. Evita los productos abrasivos y el uso de estropajos porque si no, las rayarías. Para mantener su brillo es importante retirar con rapidez las manchas.

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