UN TRASTORNO RECURRENTE
Hablamos con María Garau, psicóloga, experta en neuropsicología y psicoterapeuta integradora, para conocer a fondo la dislexia.
Confundir una palabra por otra, trabarse en exceso al leer o intercambiar sílabas. Estas son algunas de las consecuencias de uno de los trastornos más comunes: la dislexia. Aunque se suele manifestar en la infancia y por ende, es la etapa en la que más se detecta, los adultos también la sufrimos al ser algo crónico. Si no te fue detectada y crees que puedes padecer este trastorno, este artículo te interesa.
Qué tipo de trastorno es la dislexia
"La dislexia es un trastorno del neurodesarrollo con base genética, donde se observa una discrepancia entre el nivel de inteligencia y la adquisición de la lectoescritura", así lo explica la psicóloga María Garau.
El aspecto con más peso en la dislexia es la conciencia fonológica, "la habilidad de manipular fonemas" y se trata de un factor que puede ser determinante en el desarrollo de la lectoescritura.
Las causas de su aparición
Su causa es multifactorial, pero tienen especial implicación la genética y el ambiente. Según indica la experta, "hay genes que interactúan de forma directa con el desarrollo de trastornos de aprendizaje", por lo tanto, "nacemos con dislexia y morimos con dislexia". A nivel ambiental, destaca la enseñanza que se recibe e incluso la estimulación temprana.
Estos síntomas vienen dados porque "el cerebro de una persona con dislexia funciona diferente al de un normolector". La profesional explica que la principal diferencia se produce por una activación menor del área posterior del hemisferio izquierdo, "la encargada de la lectura".
¿Qué síntomas me pueden indicar que quizás padezco dislexia?
Garau afirma que los predictores básicos son las dificultades en la precisión lectora, el enlentecimiento lector, las faltas de ortografía y las dificultades en la comprensión lectora. Aunque siempre serán los mismos, evolucionarán según la etapa vital en la que estemos, pero una intervención temprana "permitirá una reorganización cerebral".
En la etapa infantil
La sintomatología suele aparecer entre los 5 y los 9 años, caracterizada por "problemas en la precisión lectora y en la ortografía natural", como separar palabras o añadir letras. Por el contrario, suelen estar acompañadas por un mejor rendimiento en la velocidad lectora.
En la etapa adulta
En esta etapa, se detecta un "mejor rendimiento de la precisión lectora, pero una lectura enlentecida y una escritura con errores en ortografía reglada". Aunque tiende a ser detectada durante la niñez, Garau afirma que muchos adultos se dan cuenta de que la padecen al ser diagnosticada en sus hijos.
¿La dislexia puede afectar a mi autoestima?
Tal y como apunta la psicóloga, "el diagnóstico tardío puede conllevar trastornos emocionales asociados”. Por ejemplo, si al ser pequeños no se detecta, el niño puede ver que pese a sus esfuerzos en la escuela, no evoluciona y sigue cometiendo faltas o lee mal. En un futuro, puede tener una "afectación directa en diferentes esferas de la vida", como en las relaciones profesionales o sentimentales.
Cómo poner remedio a mi dislexia
No existe forma de eliminar la dislexia, "puesto que tiene una carga genética". De todas formas, la neuropsicóloga indica que se puede incidir en la manifestación. Con un ambiente óptimo se puede lograr que "la sintomatología impacte menos en el día a día".
Es esencial llevar a cabo una "intervención" conocida como "reeducación", con la que "entendemos el trastorno y cómo funciona el cerebro". Según la psicoterapeuta integradora, se recomienda a todas las edades y aunque el diagnóstico no esté confirmado, ya que se podrá detectar el trastorno y si es un retraso en la adquisición, ayudar a asumir el nivel.