PRECAUCIÓN

¿Cómo hay que guardar la comida de una lata abierta para que no sea peligroso?

Las latas de conserva son un gran aliado para comer algo rápido y sin complicaciones. Hay conservas realmente buenas donde la calidad es muy alta. Pero... ¿Y si no te acabas la lata entera? ¿Podemos dejar la comida en la lata abierta en la nevera? Todas las dudas, resueltas en este artículo.

Lata de atún abiertaPexels

Nunca agradeceremos a Nicolás Appert, el inventor de las conservas, la de cenas que nos ha salvado. Pero, ¿qué haces cuando abres una lata y no usas todo el contenido? Habrás oído desde que es peligroso hasta aquella gente que lo mete tal cual en la nevera durante semanas.

¿Has abierto una lata de maíz dulce para darle un toque crujiente a tu ensalada, pero solo usaste la mitad? No ha pasado nunca, esto me lo ha contado una amiga... Bueno, vale, la amiga soy yo, pero … si fueras tú ¿Qué haces con el resto? Si tu respuesta es "dejarla en la nevera con la tapa doblada": ¡detente ahora mismo! Esa no es la mejor manera de conservar tus alimentos y, sinceramente, tu nevera y tú os merecéis algo mejor.

Cómo guardar los alimentos de una lata abierta

Vayamos paso a paso:

  • Paso 1: Saca la comida de la lata

El primer paso para conservar bien los alimentos de una lata abierta es, paradójicamente, sacarlos de la lata. Sí, lo sé, parece contradictorio, pero la realidad es que el metal de la lata puede reaccionar con los alimentos y cambiar su sabor o, peor aún, liberar sustancias indeseadas. Una vez sale de las condiciones iniciales, sin oxígeno, ya no se puede garantizar la misma seguridad.

Entonces, ¿qué hacer? Transfiere el contenido a un recipiente hermético. Los recipientes de vidrio o plástico son ideales para esto. Así no solo proteges el sabor y la calidad del alimento, sino que también evitas ese desagradable olor a lata abierta en tu nevera.

Lata de anchoas | Pexels
  • Paso 2: Usa recipientes herméticos

Hablemos de los recipientes herméticos. Estos son tus mejores amigos cuando se trata de conservar alimentos. Un buen recipiente hermético no solo evita que los olores se mezclen en la nevera, sino que también mantiene fuera el aire, uno de los mayores enemigos de la frescura alimentaria.

Elige recipientes de tamaño adecuado para que no quede mucho espacio vacío. Si hay mucho aire en el recipiente, tus alimentos se deteriorarán más rápido. Y, por supuesto, asegúrate de que la tapa cierre bien. No queremos sorpresas cuando abras la nevera, ¿verdad?

  • Paso 3: Etiqueta y fecha

Aquí va un consejo de la vieja escuela, pero que sigue siendo increíblemente útil: etiqueta y fecha tus recipientes. Puede parecer una exageración, pero saber cuándo abriste la lata puede ser la diferencia entre disfrutar de un delicioso plato de garbanzos o descubrir una nueva forma de vida en tu nevera.

Una simple etiqueta adhesiva y un rotulador son todo lo que necesitas. Escribe el contenido y la fecha en que lo transferiste al recipiente. De esta manera, siempre sabrás cuánto tiempo ha estado ahí y si todavía es seguro consumirlo. Y esto también sirve para el brick de tomate que está en la puerta de la nevera.

  • Paso 4: Refrigera de inmediato

No dejes tus alimentos en la encimera mientras decides qué hacer con ellos. Los alimentos enlatados son generalmente seguros porque han sido procesados y sellados para evitar el crecimiento bacteriano, pero una vez abiertos, están expuestos al aire y a posibles contaminantes.

Transfiere los alimentos a tu recipiente hermético y mételos en la nevera de inmediato. La zona más correcta es la superior, con otras "sobras" de alimentos. En la parte de abajo (que es la zona más fría) estarán los alimentos crudos. Así mantendrás tus alimentos frescos por más tiempo.

Una mujer colocando la nevera | Pexels

¿La comida de una lata se puede congelar?

Algunos alimentos enlatados pueden ser congelados después de ser transferidos a un recipiente adecuado. Esto es especialmente útil si sabes que no vas a usar el contenido de la lata en los próximos días. Sin embargo, no todos los alimentos enlatados se congelan bien. Los vegetales y las frutas suelen ser una apuesta segura, pero los alimentos con alto contenido de agua, como los champiñones, pueden volverse blandos y poco apetitosos. Todo se puede congelar, pero no todo quedará bien al regenerarlo.

Si decides congelar, asegúrate de usar recipientes aptos para el congelador y dejar un poco de espacio para que el contenido se expanda. Y, por supuesto, etiqueta y fecha como si tu vida dependiera de ello. Bueno, tal vez no tanto, pero ya sabes a lo que me refiero.

Cómo descongelar correctamente

Si has congelado tus alimentos, el siguiente paso es descongelarlos correctamente. La mejor manera de hacerlo es trasladarlos del congelador al refrigerador la noche antes de que planees usarlos. Esto permite una descongelación lenta y segura, minimizando el riesgo de proliferación bacteriana.

Nunca descongeles a temperatura ambiente, ya que esto puede promover el crecimiento de bacterias. Y nunca, pero nunca, uses agua caliente para descongelar. Si no te ha dado tiempo a descongelar, usa el microondas removiendo cada 30 segundos.

Una vez abiertos, los alimentos enlatados no tienen la misma larga vida útil que cuando están sellados. Lo ideal es consumirlos dentro de los 3-4 días posteriores a la apertura. Así que planifica tus comidas y asegúrate de incorporar esos alimentos rápidamente a tu menú. Y si necesitas inspiración, internet está lleno de recetas creativas que pueden ayudarte a usar esos restos de latas de manera deliciosa.

Las latas son una bendición moderna que nos permite disfrutar de una variedad de alimentos durante todo el año. Pero, como hemos visto, la clave para mantener los alimentos de una lata abierta en perfecto estado es tratarlos con cariño y atención. Saca los alimentos de la lata, usa recipientes herméticos, etiqueta y refrigera rápidamente. Siguiendo estos pasos, no solo evitarás desperdiciar comida, sino que también disfrutarás de alimentos frescos y deliciosos. ¡Tu nevera y tu estómago te lo agradecerán!