CONSEJOS
Al igual que ocurre con la piel, los tatuajes también necesitan de ciertos cuidados cuando se trata de protegerlos contra la exposición solar.
A medida que las temperaturas se intensifican y llegan las vacaciones de verano, podemos empezar a aprovechar los ratos libres para ir a la playa o para disfrutar de todo tipo de actividades al aire libre. No hay nada mejor que pasar un largo día con vistas al mar ni nada como dejarse llevar por los planes que provoca el buen tiempo. Sin embargo, en esta época del año es cuando más cuidado debemos tener frente a la exposición solar.
Si bien el verano nos regala días inolvidables en la playa y tiñe nuestra piel con algo más de color, sobra decir que los rayos ultravioleta son perjudiciales para la salud de la dermis si no tomamos ciertas precauciones. Es importante usar un protector solar que mantenga la piel segura durante la exposición solar, pero también si queremos que el color de los tatuajes perdure en el tiempo y sobreviva a los efectos del sol.
Cuando nos disponemos a tomar el sol, nuestra piel absorbe los rayos solares y se rompe el pigmento original del diseño. Los tatuajes no están marcados en la piel de manera superficial: la aguja atraviesa una primera capa y coloca la tinta en la segunda capa. A pesar de que la capa superior (epidermis) puede actuar como filtro entre el pigmento y los rayos solares, cuanto más nos bronceamos, más colores terminan desapareciendo.
¿Cómo evitar que los tatuajes pierdan color por culpa del sol?
El sol puede provocar que los tatuajes terminen luciendo desgastados si no tomamos las precauciones necesarias. Por suerte, en el vídeo te mostramos diversos consejos que puedes llevar a cabo para evitar que los tatuajes pierdan color, y todo empieza desde el momento en el que se realiza el diseño en la piel.
No es nada recomendable tatuarse en verano. Los tatuajes son una herida abierta cuando están recién hechos, por lo que si los exponemos al sol, la zona se quemará mucho más rápido en comparación a cualquier otra parte del cuerpo. Además no podemos aplicar otra cosa que no sea una crema que acelere el proceso de curación, por lo que el sol podría provocar una mala cicatrización y hacer que se agriete y pierda color.
Pero en caso de que se trate de un tatuaje curado y cicatrizado correctamente, los cuidados no deben pasarse por alto. La crema solar más indicada para las pieles tatuadas es la de 50 SPF. El filtro actuará como escudo protector, pero será necesario volver a aplicar la crema cada 20 o 30 minutos si queremos que el color del tatuaje aguante a las largas sesiones solares.
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