LUCE PARA SIEMPRE UN BLANCO NUCLEAR

Cómo evitar que tu ropa blanca se vuelva amarillenta: cinco remedios caseros

¡El truco del almendruco! Si estás cansado de tener que despedirte de todas esas prendas blancas a las que has visto envejecer por su color amarillento, aquí te dejamos cinco consejos para evitar que te vuelva a pasar.

Seguro que tú también has tenido esos pantalones blancos a los que a las dos o tres puestas has visto como se transformaban de color. Y es que, que la ropa blanca se mantenga impecable es todo un sueño ya que al final se trata de una prenda básica a la que recurrimos para todo. Por eso, entre otras muchas razones, ese blanco nuclear acaba convirtiéndose en amarillento.

El tipo de material, el sudor, el desodorante, el polvo y ciertos tipos de detergentes influyen en su color original. Y es que, además, al tratarse del tejido más claro hace que todo lo que afecte negativamente a su tono natural, todavía se note más. Por ello, y ante el inevitable paso del tiempo, no nos queda más remedio que resignarnos y ver cómo nuestra ropa pasa a tener un aspecto sucio y envejecido.

Sin embargo, aunque te suene incrédulo, tenemos la solución a tu mayor problema. Y es que, tenemos los cinco mejores remedios caseros para evitar que tu ropa blanca se vuelva amarillenta:

1. Limón con sal. Como bien hemos advertido anteriormente, utilizar productos demasiado abrasivos para tu ropa no es lo más conveniente. Es por eso que lo mejor es que hiervas un litro de agua, le añadas el jugo de dos limones y una cucharadita de sal. A continuación, sumerge en el recipiente la prenda desteñida durante una o dos horas aproximadamente. Una vez se haya cumplido el tiempo, lávala como lo haces habitualmente y déjala secar al sol.

2. Bicarbonato de sodio. Blanquea la ropa, ya que ayuda a eliminar las manchas y, además, consigue desodorizar. Únicamente tienes que echar unas cucharadas de bicarbonato en una palangana y añadirle jugo de limón; sumergir la ropa percudida durante una o dos horas, enjuagarla con jabón neutro y secarla al sol.

3. Agua oxigenada. ¡Compleméntala con tu lavado! Diluye un poco de agua oxigenada en el agua de la lavadora y déjala reposar durante unos minutos antes de comenzar el lavado. ¡Te quedará blanca y brillante!

4. Vinagre blanco. Solo tienes que mezclar este vinagre con el detergente que utilices en el compartimento de la lavadora. Y si quieres que tu ropa blanca se quede aún más suave y sin rastro alguno de amarillo, sumerge tu prenda blanca en una palangana con agua durante un rato.

5. Donde guardarla. Lejos de productos, otro consejo es que guardes tu ropa blanca en un lugar en el que no haya demasiada luz. Puedes envolverla en papel, en algún tono que sea oscuro, para evitar que pase la luz y si la envuelves en plástico ten en cuenta que cuanto menos aire haya dentro, mucho mejor.