UN CRISTAL TRANSPARENTE
Una de las tareas que permiten que más limpio se vea nuestro hogar es la limpieza de los cristales, más ahora que llegan las lluvias. Pero, para este caso, como en otras tareas del hogar, no disponemos de ningún avance tecnológico que nos ayude y debemos buscar remedios caseros para dejar totalmente transparentes esas ventanas.
Después del paso de la DANA, la cual ha dejado fuertes lluvias durante este fin de semana por todo el territorio español, la mayoría de familias han tenido que pasar tiempo en el interior de sus hogares. De esta forma, muchos han decidido aprovechar que no podían salir a la calle para realizar las habituales tareas del hogar y dejar la casa lista para el resto de la semana. Una de las labores más importantes es la limpieza de los cristales de las ventanas, las cuales estarán completamente sucias después del temporal que han sufrido durante estos últimos días.
Sin embargo, se trata de un quehacer que conlleva numerosos problemas a la hora de la búsqueda de la perfección, ya que normalmente el resultado no es el esperado. Suele ser muy habitual que, tras un rato limpiando, los cristales queden con marcas y sin esa sensación de total transparencia que queremos. Para lograr el objetivo deseado, debemos seguir algunos trucos sobre cuándo y con qué limpiarlas y en NovaMás te damos los pasos que debes realizar.
La limpieza de los cristales de las ventanas no se debe hacer sin previsión y a la ligera, requiere organización y tener en cuenta algunos factores estacionales. Para empezar, esta labor se debe realizar entre dos y tres veces al año, pero es importante elegir bien cuando hacerlo. Frecuentemente, optamos por hacerlo en días soleados, donde la lluvia no tenga opciones de aparecer y la verdad, estamos equivocados. Esto puede arruinar todos nuestros esfuerzos.
Lo idea es realizar dicha labor en un día menos soleado, debido a que los rayos de sol hacen que la fórmula de los productos de limpieza se seque con mucha rapidez. De esta forma, los cristales quedan con manchas que resultan muy difíciles de limpiar. En el caso contrario, si realizamos la tarea cuando las temperaturas son frías y bajo cero, podemos provocar algún grave accidente. El agua templada en contacto con el cristal helado puede hacer que este se rompa, por lo que ni un extremo ni el otro. La temperatura óptima es de uno 10 a 25º.
Para cada proceso de la tarea necesitaremos una herramienta distinta. Para comenzar, mezclaremos agua templada con líquido lavavajillas, vinagre blanco o jugo de limón y utilizaremos una bayeta de microfibra o un paño sin peluca, como una camiseta vieja, para limpiar los cristales. Después, con una toalla de papel absorbente, los secaremos. Finalmente, puliremos los cristales con un papel de periódico viejo.