SALUD Y CRIANZA
Si bien es cierto que muchos progenitores saben perfectamente si sus hijos tienen fiebre con solo mirarles, el termómetro es un aparato imprescindible –y más en los tiempos que corren– en cualquier hogar.
Si estás pensando en adquirir uno y no tienes claro cuál es el que más te conviene, te contamos algunas cosas sobre los que encontrarás en el mercado y sobre sus ventajas e inconvenientes.
Analógicos
El termómetro de toda la vida sigue siendo el preferido de muchas personas por sus múltiples ventajas. “Los termómetros analógicos son los más fiables, puesto que la temperatura que dan es exacta, precisa, además de que no se les acaba la pila”, señala Guille Melgar, farmacéutico y autor del blog Farmaciaenfurecida.com. Como inconvenientes, el experto señala que, al ser mayoritariamente de cristal, se rompen con más facilidad, y que como también son más pequeños algunas personas mayores se quejan de que no ven bien los números.
Pese a que tradicionalmente estos termómetros solían ser de mercurio, el uso de este metal pesado fue prohibido por el Parlamento Europeo en el año 2009, de manera que en la actualidad la mayoría de termómetros analógicos se fabrican con galio, un metal inocuo, que no daña el medio ambiente y que además es extraordinariamente fiable. El mercurio se prohibió a raíz de que diversos estudios científicos pusieran de manifiesto que en altas concentraciones podía causar daños irreversibles en el sistema nervioso, pulmones y riñones. De hecho, en los años 50, en la ciudad japonesa de Minamata, cientos de personas murieron y otras sufrieron problemas neurológicos tras consumir pescado contaminado después de un vertido de 81 toneladas de mercurio.
Pese a que el mercado ha ideado nuevos tipos de termómetros (incluso aquellos que supuestamente permiten controlar la temperatura mediante una app en el móvil), son muchas las familias que continúan confiando en los tradicionales para medir la temperatura de forma fiable y precisa, sin las oscilaciones que dan a veces otro tipo de aparatos.
Digitales
Al igual que los analógicos, estos termómetros rondan los 7 €, aunque presentan algunos inconvenientes frente a los anteriores. “Se estropean más, y además se les acaban las pilas, de manera que cuando se están gastando puede haber oscilaciones en la temperatura”, explica Melgar, quien señala, sin embargo, que son los que más se venden. “Entre sus ventajas destaca que la pantalla es más grande y que, al ser de plástico, se rompen menos, además de que existen modelos adaptados para bebés, con la punta redondeada para no lastimarles”, apunta el farmacéutico.
De infrarrojos
Los termómetros de infrarrojos, que solemos encontrar en tiendas, empresas, centros culturales o aeropuertos y se han convertido en parte de nuestras vidas en los últimos tiempos, tienen la ventaja, explica Melgar, “De que permiten conocer la temperatura corporal sin necesidad de contacto físico, de manera que son muy útiles cuando es necesario tomarla a varias personas, ya que no es necesario desinfectarlos”. Por ello, antes de esta pandemia que los ha convertido en omnipresentes, era habitual encontrarlos en centros médicos y hospitales.
Estos aparatos, que tienen la ventaja de dar la temperatura en pocos segundos y no presentan riesgos sanitarios, funcionan gracias a una lente que se encarga de enfocar los rayos infrarrojos hacia el sensor que recoge la radiación de la persona, que se transforma en señal eléctrica y se muestra en la pantalla digital. Son, pues, funcionales y fáciles de usar, aunque no siempre son del todo fiables. “Al tomarte la temperatura en la frente, esta va a oscilar en función del calor que tengas, de manera que si vienes de un entorno frío tu temperatura será más baja y si estás en un lugar caluroso es probable que sea más alta de lo habitual”, explica el farmacéutico. Melgar señala que el pasado verano, al tomarse las temperaturas en algunas playas, ocurrió que muchas personas presentaban cifras superiores a 37,5, la estipulada como inicio de la fiebre, lo que se debía a la influencia de la temperatura exterior.
Además de que son más caros –la mayoría ronda los 40 €, aunque Melgar señala que se existe un amplio abanico de precios–, estos termómetros presentan diferentes grados de fiabilidad. Existen en el mercado algunos que pueden alcanzar los 500 €, cuya fiabilidad es muy alta si se realiza la medición de cerca, y otros que no superan los 10 €, cuyo grado de precisión es mucho menor.
Apps de medición de temperatura
Ni que decir tiene que estos sistemas no son fiables, puesto que los móviles no cuentan con sensores de temperatura más allá de los que se hallan en su interior para evitar que se sobrecalienten. Sin embargo, existe un modelo en el mercado, el CAT S61, un móvil profesional dirigido al sector industrial, que sí posee una cámara técnica y podría ofrecernos una temperatura aproximada del cuerpo, aunque nunca será tan fiable como un termómetro convencional.