PREVENCIÓN

Cómo educar en casa para evitar el bullying en el colegio

El bullying es uno de los principales motivos de consulta en las sesiones de asesoría familiar. Por eso, en este artículo te doy las herramientas preventivas necesarias para evitarlo.

Niña triste en casaiStock

El bullying es uno de los principales motivos de consulta en las sesiones de asesoría familiar, puesto que es un factor que detona gran angustia a los padres; saber que nuestro hijo es agredido verbal, psicológica o físicamente en el colegio nos hace querer actuar y salir a su encuentro buscando y brindándole la ayuda necesaria.

Cuando el bullying toca a nuestra puerta

En algunas ocasiones, la situación suele estar algo avanzada cuando nos damos cuenta de lo que está viviendo nuestro hijo. En ese momento, tal vez decidamos hablarlo directamente con él o bien compartirle lo que nosotros creemos más conveniente para que "haga o reaccione mejor a la próxima".

También podemos optar por ir a hablarlo con los profesores para contar con su apoyo y esperar que se pueda detener esta situación cuanto antes. Lo más habitual es organizar un plan de acción en conjunto e intentarlo seguir para lograr que nuestro hijo salga de esta situación.

Sin embargo, en este artículo, encontraremos los puntos más importantes, que son aquellos preventivos, los cuales trabajaremos desde casa, intentando fomentar un bienestar emocional integral. El objetivo es que sea un buen antídoto para evitar este mal que aqueja realmente, hoy por hoy, a nuestros niños y adolescentes en muchos centros educativos.

Comencemos desde casa

Si nos ponemos a trabajar en estos puntos desde ahora, podremos gestionar mejor el acompañamiento que nuestros hijos necesitan y lo haremos de manera más consciente.

Intentemos poner en práctica los siguientes puntos a la hora de educar a nuestros hijos:

Amor incondicional

Apoyo y amor incondicional, son claves en toda familia; que nuestros hijos se sientan amados por quienes son, y no por lo que logran, hacen o no hacen. Esto fomentará en ellos seguridad y validez en su persona.

Validación emocional y conexión

Aprovechar las oportunidades que surgen en el día a día para permitir que se sientan escuchados y validados en cuanto a sentimientos y emociones. Por otra parte, la importancia de conectar con esas experiencias que nos están comunicando. Por ejemplo, en el momento en que nos transmita una situación que le ha pasado, poder identificar la emoción que le ha generado y conectar con ella, de esta forma se sentirá validado y comprendido. Esto ayudará a que se sienta cómodo para poder comunicar a sus padres las situaciones o hechos vividos y sentirse escuchado y acogido.

Externar sus opiniones e ideas

Promover que en casa se expresen las opiniones e ideas, teniendo en cuenta que no siempre estaremos de acuerdo con todos. Procuraremos que podamos escuchar y estar acostumbrados a lidiar con puntos de vista distintos, siempre y cuando nos comuniquemos con respeto. Aunque hay que tener en cuenta que, al final de cuentas, la madre y el padre tendrán la última palabra.

Esto sirve para que nuestros hijos estén acostumbrados a externar sus puntos de vista y, al mismo tiempo, a lidiar con aquella frustración que les pueda generar el saber que no todos piensan como él.

Qué hacer cuando tu hijo es el agresor

Los puntos vistos anteriormente sumarán a nuestra forma de educar, y nos ayudarán a reducir el riesgo de que nuestro hijo sea quien violente la integridad de otro compañero.

Si en casa fomentamos la validación, el respeto a la hora de externar puntos de vista y el espacio para permitirles lidiar con esas pequeñas frustraciones, donde no siempre ocurre lo que se quiere o piensa, será, en gran medida, un buen avance previsor.