HIGIENE Y CUIDADO DE LOS PIES
El mal olor puede ser desagradable tanto para uno mismo como para el entorno. Contrólalo con estos remedios fáciles y eficaces.
¿Pies sudorosos? El mal olor en los pies, o bromhidrosis plantar, es un problema muy común que puede desencadenar situaciones desagradables, de rechazo por parte del entorno o de inseguridad por parte de quien lo sufre. El verano es una época del año en que este síntoma, fruto de ciertas bacterias del sudor, puede ser más evidente.
Por un lado, el uso de un calzado inapropiado, cuyo material principal sea plástico de mala calidad, puede propiciar más sudoración y, por tanto, más olor. Por otro lado, el zapato cerrado puede no ser una buena opción para estos meses y un factor que, de nuevo, favorezca a la sudoración excesiva.
En este artículo, abordaremos las causas más frecuentes sobre la relación entre el sudor y el mal olor de pies. Y, lo más importante, te daremos algunos trucos para evitar y prevenir esta desagradable condición.
¿Por qué nos huelen los pies?
Tal vez te hayas preguntado cómo es posible que el sudor de los pies tenga un olor tan particular. De hecho, las personas que no pueden soportar el queso prometen que este alimento huele exactamente igual que unos pies malolientes.
Pero, ¿por qué huelen así y no lo hacen otras partes del cuerpo con tendencia a la sudoración abundante? Pues bien, para empezar el sudor no es el culpable del mal olor, puesto que este está hecho fundamentalmente de agua, y es inodoro. De esta forma, es el contacto del sudor con ciertas bacterias que lo descomponen las responsables del hedor.
Este contacto desprende determinados tipos de ácidos, como el butírico, el isovalérico y el ácido propanoico. Si hay sudoración durante un período largo de tiempo, todos estos ácidos pueden llegar a causar olores tremendamente desagradables. Si, además, se suman zapatos cerrados y calcetines hechos con materiales sintéticos, el resultado puede ser devastador, puesto que el sudor no se evapora y se concentra.
Cómo combatir el olor de pies
Higiene adecuada
Si tus pies tienen tendencia al mal olor, es conveniente que en tu ducha diaria utilices un jabón antibacteriano para los pies. Después, un paso vital es que los seques minuciosamente antes de ponerte cualquier calzado y, sobre todo, no olvides secar bien entre los dedos. Para asegurarte, puedes usar el secador eléctrico.
Tener una buena higiene también significa llevar las uñas de los pies limpias y cortas para prevenir la aparición de hongos.
Cambio frecuente de calcetines
Cambia de calcetines, al menos, una vez al día. Es recomendable cambiarlos siempre que notes que el pie está húmedo. Además, elige un tejido de calidad, evita los sintéticos y opta por el algodón u otras fibras naturales.
Calzado de calidad
Del mismo modo, en cuanto al calzado, evita los que sean de materiales no transpirables, como el plástico, la goma o los tejidos sintéticos. Estos aumentan la temperatura de los pies. Asimismo, prioriza los diseños de zapatos anchos y evita los que sean muy estrechos.
Máxima ventilación posible
Siempre que puedas, permite que los pies ventilen. Aprovecha los momentos que estés en casa para liberar los pies de calcetines y zapatos para que transpiren.
Aplica polvos de talco
En las farmacias puedes encontrar polvos de talco especiales para los pies. Este producto absorbe el sudor y, por tanto, priva a las bacterias de su alimento. Simplemente, tienes que empolvarte los pies y, acto seguido, ponerte los calcetines y el zapato.
Plantillas antiolor
¿Sabías que existen plantillas especiales para prevenir el olor de los pies? Por ejemplo, las de carbón activado o, incluso, suelas de cuero. De todos modos, cámbialas con frecuencia y no esperes a que vuelva el hedor.
Alimentos a evitar
Hay algunos alimentos que favorecen a la bromhidrosis plantar. Es el caso del ajo, la cebolla, el alcohol, la salsa de curri o la pimienta. Por último, hábitos como el tabaquismo también favorecen al mal olor de los pies.
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