PLATO ESTRELLA

Cómo comprar bien el marisco estas navidades

Con los precios actuales y las ganas de celebraciones, sería una faena que el plato estrella saliera estrellado porque nos la han colado a la hora de comprar marisco. Te detallo en el artículo todo lo que tienes que tener en cuenta.

Parada de marisco en un mercado.Pexels

Comprar estos días es una locura: las prisas, la gente, los precios… a veces no nos paramos a ver lo importante. Veamos en cuatro pasos lo que hay que tener en cuenta para comprar (bien) marisco y disfrutar del plato estrella de la Navidad en muchos hogares.

Cómo comprar marisco de calidad

Vamos a repasar el punto de compra, el tipo de marisco, el olor, el aspecto, el envase y cómo debemos tratar el producto en casa.

El lugar

Analicemos el lugar donde lo compramos. Debe ser un sitio de confianza. Recuerda: nadie da duros a cuatro pesetas (para la generación Z: nadie da euros a precio de céntimo). El local tiene que estar limpio. El lugar de colocación no debe tener charcos de agua y comprobaremos que el marisco se encuentra en un lugar refrigerado con una gruesa capa de hielo que no se acumula en zonas, sino que desagua correctamente.

También es fundamental la trazabilidad, es decir, que podamos ver correctamente el etiquetado del marisco. Ahí podrás ver la fecha de captura y de dónde es. Si es marisco gallego tiene que venir este código: FAO27 Subzona IX.

En el caso del pescado, es ahí donde podremos ver si está descongelado, detalle importante, porque no podremos volver a congelarlo sin cocinar previamente.

El marisco fresco está vivo

Si vas a comprar marisco fresco, debe estar vivo:

  • Crustáceos: langosta, centollo, buey de mar, nécoras… Con un golpecito en el caparazón, comprobarás que se mueven las patas o antenas.
  • Moluscos bivalvos: mejillones, almejas… si los compramos vivos tienen que tener la concha cerrada o semicerrada. Al cocinarlos debe quedar abierta, los que estén cerrados hay que descartarlos. En este caso, comprobaremos también que han pasado por un proceso de depuración (lo puedes leer en la etiqueta).
  • Percebes: nos debemos fijar en que estén bien estirados, sin arrugas.

El marisco huele a mar

Sí, debe de tener olor a mar. Tampoco es plan de ir olfateando toda la tienda, pero el olor a amoniaco es uno de los primeros distintivos de que el marisco no es fresco.

Así es el aspecto del buen marisco

  • Cefalópodos: como calamar, sepia o pulpo. Su color debe ser entre blanco nacarado y blanco rosado, su aspecto debe ser brillante y su carne firme.
  • Gambas, cigalas o langostinos refrigerados: su aspecto debe ser brillante. Tanto la cabeza como las patas no deberían estar rotas ni separadas del resto de la pieza. Las antenas deben estar íntegras y firmes.

¿y si vemos crustáceos con la cabeza negra? Sí, en algunas ocasiones puedes ver que en crustáceos la cabeza está negra. Se llama melanosis y es producida por la oxidación. No supone un problema de seguridad alimentaria, pero sí da mal aspecto.

Para evitarlo, se añaden sulfitos como conservantes. Tampoco tienen ningún problema en cuanto a seguridad, pero sí son un alérgeno de declaración obligatoria y, por tanto, debe ir correctamente especificado en el etiquetado.

Marisco envasado

Si vas a comprar marisco envasado, debes fijarte en el envase. No deberá tener los bordes desgastados ni estar cubierto de escarcha. Además, en el caso de alimentos que lleven glaseo, deberá indicar el peso escurrido del envase y el % de glaseo.

Nota: ¿qué es el glaseo? Es una fina capa de hielo necesaria para proteger el marisco ultracongelado pelado de la deshidratación. El % habitual va entre un 5 y un 10%, pero en ocasiones, podemos encontrarnos con porcentajes mucho más elevados. Si bien es verdad que el precio se otorga por peso sin glaseo, el aspecto será mucho más grande de lo que es un se difuminan los defectos que pudiera tener, así que la elección correcta será comprobar en la etiqueta que no se supera este 5-10% de glaseo.

Cómo conservar bien el marisco en casa

Si lo hemos hecho todo bien, no lo estropeemos en casa. No es recomendable meterlo directamente en la nevera hasta que lo comamos, salvo que sea el mismo día o el siguiente. Si es marisco vivo o está crudo, es necesario cocerlo primero y guardarlo después en la zona más fría de nuestra nevera.

Siempre nos quedará la opción de adquirir marisco y pescado ultracongelado, que mantiene las mismas propiedades nutricionales.

La última recomendación, y no por ello menos importante, es: no olvides la lista de la compra con las cantidades justas. Reducir el gasto y el desperdicio alimentario es la asignatura pendiente que nos suele quedar en navidades.

Dicho esto, solo queda la parte de disfrutar.

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