La pornografía ha adquirido un papel relevante en nuestra sociedad, ya que se ha normalizado de múltiples formas. Por ejemplo: es común encontrar vídeos pornográficos en grupos de WhatsApp de forma cotidiana, recurrir a este tipo de vídeos para la masturbación y también encontrar contenido extremadamente sexual en el cine. Y todo eso conlleva graves consecuencias.
Qué se considera ddicción a la pornografía
La adicción a la pornografía se define como el consumo compulsivo y continuado de material pornográfico y que afecta negativamente a la vida de una persona porque interfiere en el su vida personal, familiar e incluso laboral. Por ejemplo: las personas adictas a la pornografía pueden presentar síntomas como los siguientes:
- Preferir ver pornografía a tener sexo con la pareja, generando grandes carencias en la relación.
- Preferir ver pornografía a realizar otro tipo de planes.
- Tener dificultades para pasar una jornada completa sin ver pornografía.
- Aumentar progresivamente la intensidad del contenido pornográfico que se busca.
- Visualizar pornografía en lugares que puedan ser problemáticos (por ejemplo: en el trabajo).
Para ser adictos a la pornografía no es necesario estar continuamente visualizando este tipo de contenido, sin embargo, sí es suficiente con el hecho de necesitar la pornografía para algo tan sencillo como la masturbación. Es decir, una persona que ha generado la costumbre de ver pornografía para masturbarse posiblemente no sea capaz de masturbarse sin visualizar este tipo de contenido, lo cual podría considerarse una adicción.
Consecuencias de la adicción a la pornografía
Algunas de las consecuencias de la adicción a la pornografía son las siguientes:
- En las relaciones interpersonales: Puede generar conflictos, dificultades en la comunicación y distanciamiento emocional en las relaciones más cercanas, sobre todo en la relación de pareja. Por ejemplo: al infravalorar los planes con amigos o la intimidad afectiva en la pareja debido a la intensidad y a la inmediatez que provoca la pornografía.
- En la salud mental: Puede desencadenar problemas como la depresión, la ansiedad, la disminución de la concentración y la motivación y la baja autoestima. Por ejemplo: creando un estilo de vida poco saludable y creando motivaciones excesivamente individuales.
- En la autoestima: Contribuye a una visión distorsionada de la propia imagen corporal, aumentando la inseguridad y creando comparaciones poco realistas. Por ejemplo: búsqueda continua de la perfección con operaciones estéticas o sentir vergüenza hacia la propia imagen.
- En el funcionamiento sexual: Disminución del deseo sexual, dificultades para la excitación y el orgasmo y problemas de intimidad en las relaciones. Por ejemplo: necesitar visualizar cuerpos extremadamente sexualizados para excitarse en lugar de un cuerpo normal como el que puede tener una pareja.
- Consecuencias sociales, laborales y legales: Puede afectar negativamente el desempeño académico y laboral, además puede provocar consecuencias legales debido al acceso a material pornográfico ilegal debido a la búsqueda continua de mayor intensidad.
Pornografía y dependencia emocional
La inseguridad emocional provocada por el contenido pornográfico, las comparaciones con cuerpos poco realistas y la intensidad de las prácticas sexuales de los vídeos pornográficos provocan una imagen carente de nuestro físico y también excesivamente exigente. Todo este cuadro provoca unas altas probabilidades de desarrollar dependencia emocional.
La dependencia emocional puede darse de diferentes formas, desde el Trastorno por Personalidad Dependiente, hasta dependencia emocional en el área de las parejas específicamente. El hecho de depender emocionalmente de una pareja partiendo de una base de inseguridad provocada en parte por la visualización a la pornografía genera vulnerabilidad en el dependiente porque provoca actitudes como las siguientes:
- Búsqueda de la satisfacción continua de la pareja.
- Normalización de conductas sexuales de riesgo y de poco disfrute real del dependiente.
- Mayor probabilidad de permitir y tolerar conductas violentas y de agresividad por parte del otro, así como de adquirir una conducta sumisa (y viceversa).
- Mayor probabilidad de realizar conductas sexuales ilegales.
- Castigo del propio cuerpo en búsqueda de la perfección.
- Disminución de la calidad en las relaciones de pareja debido a las comparaciones e inseguridades de la persona.
- Mayor probabilidad de sufrir de celos en la pareja.
- Mayor probabilidad de ser infiel.
- Mayor probabilidad de tener gastos problemáticos para mantener cierta imagen.
En conclusión, la pornografía afecta en gran medida a nuestras relaciones de pareja y en consecuencia también a la dependencia emocional.