SALUD MENTAL

¿Cómo afecta la maternidad a la autoestima?

La maternidad es un aprendizaje constante para las mujeres, que tras convertirse en madres empiezan a sentir emociones y experimentar sensaciones nuevas o que eran poco frecuentes en su etapa anterior. Todo ello afecta a su autoestima y a su felicidad. ¿El cambio es a mejor o a peor?

Una madre con su hijo en un momento de alegríaPexels

La ansiada maternidad para muchas personas se puede relacionar directamente con la búsqueda de la felicidad. Sin embargo, analizando factores prácticos que influyen en la felicidad, como puede ser el factor de la autoestima...¿ qué resultado obtenemos? Es decir, ¿cómo es la autoestima de una mujer tras ser madre? Porque la autoestima es un factor relevante en nuestra felicidad.

¿Qué es la autoestima?

La autoestima es el valor subjetivo (positivo o negativo) que nos damos a nosotros mismos y que influye directamente en cómo nos tratamos y en las decisiones que tomamos.

Nuestra autoestima parte de la construcción de nuestro autoconcepto, es decir, de lo que pensamos que somos. Por ejemplo: si pensamos que somos vagos, probablemente tengamos una autoestima más pobre que si pensáramos que somos dinámicos. Como vemos en este ejemplo, la forma en la que nos hablamos importa y mucho.

Una mujer frente al espejo | Pexels

Por otro lado, tener una adecuada autoestima no significa pensar solo cosas positivas de nosotros mismos, si no equilibradas, es decir, ser conscientes de nuestras cualidades y nuestros defectos. También, aceptar nuestros defectos o buscar mejorarlos (dependiendo del defecto, será importante trabajar en la aceptación o la mejora) y sobre todo, potenciar nuestras cualidades. Nuestras cualidades deben ser nuestro motor de avance y las que nos guíen en nuestros objetivos y toma de decisiones.

Cuando nuestra autoestima es sana, nuestros objetivos son coherentes con nosotros mismos y nuestras decisiones nos ayudan a acercarnos a ellos. Si nuestro objetivo dentro del proyecto de vida es tener hijos, cuando lo conseguimos, a pesar de las posibles dificultades que puedan surgir, la sensación de realización tiene un gran potencial y nuestra autoestima puede aumentar considerablemente.

La autoestima en la maternidad

A pesar de que tener un hijo pueda representar un logro enorme en nuestra vida, los estudios dicen que desde el embarazo y hasta el posparto (sobre todo en el posparto) e incluso hasta 3 años más tarde, la autoestima de las mujeres puede verse mermada. Traer al mundo a un hijo es maravilloso, sin embargo, también puede ser duro a nivel práctico en el día a día.

Una mujer da el pecho a su bebé | Pexels

Algunos factores que influyen en que la autoestima disminuya en este periodo son los siguientes:

  • El cuerpo de la mujer ha experimentado muchos cambios y a veces las expectativas de la recuperación no son realistas. Por ejemplo, aparecen estrías, flacidez o ensanchamiento de las caderas.
  • La auto imagen (la percepción física) de la mujer puede empeorar por los factores anteriormente mencionados, sin embargo, las parejas suelen mantener una percepción positiva del físico de sus mujeres.
  • El auto cuidado disminuye en gran medida por falta de tiempo y por dificultades en la organización. Por ejemplo: puede ser más difícil encontrar tiempo para hacer deporte, elaborar un menú equilibrado, ir a la peluquería o tomar un café con amigas.
  • La relación de pareja experimenta un cambio importante y las parejas deben adaptarse a un periodo de transición muy exigente. Los estudios muestran que si la relación de pareja es positiva entonces hay más posibilidades de que la autoestima de la mujer también lo sea.

Cómo mejorar la autoestima tras la maternidad

Para que realmente podamos disfrutar de la decisión y la experiencia de ser madres es importante también cuidar en esta etapa nuestra autoestima. Para ello se proponen las siguientes recomendaciones:

  • Analizar previamente al nacimiento con nuestras parejas la forma de organización más óptima para poder disponer de tiempo personal para ambos. Aunque el tiempo personal se reduzca, sigue siendo importante ver a nuestros amigos, por ejemplo, aunque sea con menos frecuencia que antes o hacer deporte y reservar un tiempo solo para la pareja.
  • Reducir la autoexigencia. Muchas veces las madres buscan la perfección y este objetivo puede significar un pozo sin fondo que nos lleva a la ansiedad y la depresión.
  • Buscar disfrutar de nuestros pequeños, ya que esa unidad de medida nos va a permitir tomar buenas decisiones. Por ejemplo: en el momento en el que notamos que hemos dejado de disfrutar es un momento ideal para identificar en qué estamos siendo demasiado exigentes para disminuirlo.
  • Acudir al psicólogo para buscar ayuda externa cuando lo necesitemos.