FÁRMACOS EN VERANO

Cómo afecta el calor a los medicamentos

Para garantizar la estabilidad de los fármacos y asegurarnos de que siguen siendo efectivos, debemos almacenarlos en un lugar con una temperatura controlada, sin luz y sin humedad. Pero cuando llega el verano, ¿cómo afecta el calor a los medicamentos? En este artículo te lo contamos.

Medicamentos saliendo de un bolso de playaiStock

La farmacia tiene la obligación de tener una temperatura controlada tanto en el local -por debajo de 25 º C- como en el frigorífico -entre 2 y 8 º C-, para aquellos medicamentos que son termolábiles como las vacunas e insulinas.

El control térmico es de vital importancia, ya que por encima de estas temperaturas no se garantiza la estabilidad de los fármacos y, consecuentemente, su efectividad.

Aplica a cualquier forma farmacéutica, tanto para jarabes, como para comprimidos e inyecciones, aunque lo más llamativo sean los supositorios y los óvulos vaginales porque se deshacen.

Este control de temperaturas también es muy importante en los cosméticos.

Cuando el medicamento o producto farmacéutico ha sido dispensado por el farmacéutico, ya no se puede garantizar la seguridad y eficacia de este, puesto que no se puede saber a ciencia cierta si el paciente lo ha conservado en condiciones óptimas, aunque no esté abierto. Esta es una de las premisas para no aceptar la devolución de ningún fármaco que haya salido de la farmacia.

¿Dónde debemos de guardar los medicamentos en nuestra casa?

Una vez dispensados los medicamentos, se recomienda que se guarden en:

  • Zonas protegidas de la luz y el calor (cajones o armarios).
  • Zonas que no tengan humedad (No se deben de guardar en el baño).
  • Si aun guardándolos en cajones o armarios no garantizamos que estén a temperaturas inferiores a 25 º C, la recomendación es mantenerlos en la nevera.

Efectos secundarios de los medicamentos por el calor

Los efectos más frecuentes son las reacciones de fotosensibilidad.

Diferencias entre medicamentos fotosensibles y fotosensibilizantes

Los medicamentos fotosensibles son aquellos sensibles a la luz. Es decir, aquellos fármacos que se deben conservar en envases protegidos de la luz porque si no sus características físico-químicas y farmacológicas pueden verse alteradas.

Nada que ver con los medicamentos fotosensibilizantes, que son multitud de fármacos de uso común que pueden desencadenar reacciones de fotosensibilidad.

La fotosensibilidad es la respuesta cutánea producida por la interacción entre un compuesto químico fotosensibilizante (en este caso, sería el fármaco usado, ya sea tópico o de administración oral) y la exposición a la radiación solar.

¿Cuáles son los medicamentos fotosensibilizantes más comunes?

Seguramente te estés preguntando si estás en tratamiento con uno de ellos y no sepas qué precaución debes tener con la exposición solar ahora en verano.

Los medicamentos fotosensibles más comunes son:

  • Medicamentos antiinflamatorios: Ibuprofeno, naproxeno, diclofenaco.
  • Tratamientos para el colesterol: como la atorvastatina, simvastatina.
  • Medicamentos hormonales: Píldoras anticonceptivas.
  • Antibióticos como la azitromicina o la doxiciclina.
  • Antihipertensivos como el enalapril o el amlodipino.
  • Retinoides como isotretinoina, acitretina.
  • Antidepresivos como la paroxetina o la sertralina.
  • Medicamentos para la acidez como el conocido omeprazol.

¿Qué hacer si hemos desencadenado una reacción de fotosensibilidad?

Las recomendaciones a seguir son:

  • Evitar la exposición solar y usar factor de protección solar elevado, replicándolo cada 2-3 h.
  • Disminuir en la medida de lo posible la dosis del medicamento, siempre y cuando no sea de uso crónico como un antihipertensivo o un antibiótico que necesitemos tomar.
  • Si fuese un cosmético, dejar de usarlo hasta que desaparezca la reacción de fotosensibilidad de nuestra piel.
  • Hidratación abundante con cremas que sean ligeras, si fueran lesiones exudativas, tratamiento con lociones secantes. Si con ello no se controlase, habría que usar un corticoide tópico.