La regla como elemento empoderador
Llega ese día apuntado en rojo en tu agenda, te salta la alarma y la app que usas para controlar tu ciclo te manda un mensaje para que no se te olvide de que hoy comienza tu sangrado menstrual. Pero no, esta vez no vas a llevar contigo ni compresas, ni tampones ni siquiera la copa o un protegeslip, ¡vas a fluir!
El Free Bleeding o sangrado libre consiste en no usar ningún tipo de producto de higiene femenina íntima que recoja el sangrado menstrual. Esta técnica es mucho más que no usar compresas, tampones o copa menstrual, unirse al free bleeding es una revolución sobre la conciencia personal del cuerpo de las mujeres.
Aunque parezca que el free bleeding es una moda actual, este movimiento surgió en los años 70 como respuesta al síndrome de shock tóxico, un trastorno que algunas mujeres sufren como consecuencia de los químicos que los productos de higiene íntima llevan. En 2014 este tema volvió a coger fuerza como consecuencia de una serie de bromas para desprestigiar e insultar en la red a las mujeres feministas. Como resultado muchas mujeres volvieron a hablar de ello y a ponerlo en práctica. Fue Kiran Gandhi, que corrió la maratón de Londres sin nada que retuviera su flujo menstrual, quien dio el pistoletazo de salida para que muchas más se interesaran sobre el tema y se dejaran fluir menstrualmente.
¿Cómo practicar el free bleeding?
En un principio parece muy sencillo, tan solo hay que dejar que el flujo caiga y despreocuparse de las manchas, de las miradas y eliminar ese sentimiento de suciedad que nos han inculcado. Pero en realidad el free bleeding no es simplemente eso. “La práctica del Sangrado libre requiere de mucha escucha interna así como de toma de conciencia de las contracciones del útero para notar las sensaciones de expulsión de la sangre menstrual. Cualquier persona menstruante puede iniciar este proceso de práctica e ir probando si siente estas sensaciones corporales. Aunque, eso sí, es importante tener en cuenta que es una práctica que requiere tiempo, paciencia y estar en estado de escucha interna de nuestro cuerpo, concretamente de la zona del útero. Lamentablemente, no nos enseñan este tipo de prácticas ni a atender los cambios en nuestros cuerpos durante la menstruación. De esta manera, practicar el sangrado libre puede ser una oportunidad para empezar a tomar conciencia de ello” afirma Lola Hernández, psicóloga y creadora de La caravana roja, un proyecto que promueve y difunde la cultura menstrual.
Para que la sangre no caiga entre las piernas, sino que la controlemos hay que poner en práctica los ejercicios de Kegel, de esta manera podremos controlar el flujo. Se basa en provocar contracciones en el músculo pubocoxígeo para fortalecer el suelo pélvico. Cuando tenemos estos músculos fortalecidos debemos aprender a conectar con nuestro cuerpo para sentir el momento en el que la sangre empieza a caer por el cuello uterino. En ese momento que sentimos el flujo caer es cuando debemos contraer el músculo y aguantar hasta ir al baño para soltarlo.
Para la experta, “El punto clave es tener la práctica de escucha para darnos cuenta de las sensaciones corporales de las contracciones del útero para expulsar la sangre menstrual. Esta es la principal herramienta para llevar a cabo la práctica del sangrado libre y para ello podemos utilizar diferentes técnicas tales como ejercicios de meditación y relajación para poner la atención en nuestro útero y así ir practicando este ejercicio de toma de conciencia”. “Tener el control es ser conscientes de las contracciones que acontecen a la expulsión de la sangre menstrual, tener un lugar o recipiente para expulsar la sangre y dejar a un lado la auto-exigencia de tener que hacerlo bien”.
No importa cómo sean tus ciclos o la cantidad de flujo que tengas, “la cantidad de flujo menstrual no tiene por qué ser un impedimento para llevar a cabo la práctica” aclara la psicóloga. “Hay mujeres que lo hacen en cada menstruación pues tienen la oportunidad de tener un baño o lugar donde depositar la sangre menstrual cuando sienten que la sangre va a ser expulsada o también mayor manejo de la conciencia de las sensaciones que permite utilizar esta práctica con mayor frecuencia. En mi opinión, creo que cada una de nosotras sabe que método de recogida de la sangre menstrual le viene mejor en cada etapa o momento vital en el que nos encontremos. Por ello es tan importante conocer las diferentes opciones de productos tales como la copa menstrual, la ropa interior absorbente, compresas de tela… así como la opción del sangrado libre” añade.
Free bleeding como empoderador de mujeres
“Esta práctica nos lleva a la toma de conciencia de nuestros cuerpos y a recuperar una práctica ancestral pues muchas mujeres a lo largo de la historia realizaban (y realizan) el sangrado libre como ofrenda a la tierra a través de la entrega de nuestra menstruación. Por otra parte, creo que es una oportunidad para reconciliarnos con nuestra sangre menstrual y el poder de nuestro útero”.
“Si lo hacemos desde la curiosidad y el placer sí es positivo practicarlo. Sobre todo dejando atrás el juicio sobre si lo estamos haciendo bien o mal, la prisa de querer controlar la técnica o el tabú de “mancharnos” con nuestra sangre menstrual” concluye Lola Hernández.