¿LLEVAN PETRÓLEO?
Son blanditas, brillantes, con pica-pica... y sus colores y formas desbordan imaginación. Las solemos asociar a fiesta o placeres prohibidos: ¿Son realmente las gominolas tan malas como nos cuentan?
La verdad es que deberíamos eliminar de nuestro vocabulario el castigo con verduras y la celebración con chuches, pero, en cualquier caso, aquí están y hay mucho que contar sobre ellas.
Más de 500 formas, más de 100 sabores y aun así, todos tenemos una preferida. El consumo de gominolas per cápita en España se ha estabilizado, aunque habría que revisar los datos en época de pandemia. Aun así, estaríamos hablando de 3,5 kg anuales.
¿De dónde vienen las gominolas?
Los egipcios hacían dulces con miel y frutos secos. O los griegos donde Alejandro Magno descubrió en el Tibet las cristalizaciones del azúcar como método de conservación. Ellos fabricaban un producto llamado sharkara y de ahí viene sacarosa. Pero vamos, antes de descubrir américa, de azúcar poquito y después… pues se parecería a lo que es hoy la fruta escarchada.
"Chuchería" viene de la palabra mozárabe "chocho" que significa "confite", es decir algo dulce, pequeño hecho con azúcar… pero hasta el siglo XIX cualquier producto hecho con azúcar estaba reservado para unos pocos. Con la industrialización, se acercó más a toda la sociedad. De hecho, fueron los turcos los que empezaron a fabricar algo más parecido a lo que hoy conocemos como golosinas.
¿De qué están hechas las gominolas?
Las gominolas no están hechas de petróleo ni mucho menos. Las gominolas son una mezcla de azúcar, jarabe de glucosa. El jarabe de glucosa suele venir del maíz y se añade para que el azúcar no se queme y se oscurezca, como es un producto distinto, se declara distinto. Pero es azúcar, azúcar añadido junto a azúcar añadido. Aromas, colorantes, a veces naturales que son más tenues pero bueno, ya sabéis que el producto no es mejor por el colorante natural.
Tienen también pectinas, que suelen extraerse de frutas y, por último, gelatina que procede del colágeno, que es una proteína que está en el tejido conjuntivo de animales como cerdo o vaca. Se encuentra en la piel, tendones, huesos y cartílagos. Esto se usa por la capacidad de formar geles, por eso las gominolas se estiran… se extrae con agua, calor y diferentes tipos de soluciones para que el colágeno pase a gelatina, luego se elimina el agua y queda en polvo que después habrá que disolver.
¿Son buenas las chuches veganas?
En este caso no lleva gelatina así que se nota sobre todo en la textura, que es más seca, más… pasta, por decirlo así. Se ha sustituido la gelatina por almidón o a veces se sustituye por pectina. La mordida se nota distinta, pero en sabor y tal, es lo mismo. Que no tenga gelatina no significa que sea un producto mejor, ¿eh? Ya hemos dicho muchas veces que los veganos también tienen derecho a comer productos de consumo esporádico. Esto sigue siendo azúcar.
¿Cómo se hacen las gominolas sin azúcar?
En este caso se sustituyen azúcares por polialcoholes como el maltitol. Cuidado con ellos, no comáis demasiados porque los polialcoholes pueden provocar diarrea osmótica cuando nos pasamos de cantidad.
¿Las chucherías son malas?
No son tóxicas ni mucho menos, pero no son un producto de elección. La EFSA ha declarado que la cantidad de azúcar añadido que deberíamos tomar es lo mínimo posible. Ni mucho azúcar ni mucho polialcohol, consumo esporádico, muy esporádico de este tipo de productos. A partir de ahí, con conocimiento, cada uno decide.