ELECTRODOMÉSTICO IMPOLUTO
Un truco fácil, sencillo y efectivo usando dos productos que probablemente almacenes en tu despensa. La combinación de vinagre blanco y bicarbonato de sodio te ayudará a mantener tu lavavajillas en perfectas condiciones.
Contar con un lavavajillas en nuestro hogar significa ahorrar tiempo y esfuerzo en el lavado de platos, aunque también debemos tener en cuenta que el consumo eléctrico y de agua que necesita, impacta considerablemente en nuestras facturas. Además, al total, debemos añadir los gastos indirectos que resultan de la compra de mil y un productos de limpieza, pues no es sencillo dar con el más efectivo.
En el caso de este electrodoméstico, vamos en búsqueda de las pastillas para lavavajillas perfectas. Aunque su precio no sea desmesurado, a largo plazo es un gasto que siempre se incluye en el carrito de la compra. Por este motivo, muchas personas optan por recurrir a alternativas mucho más baratas que demuestran tener un gran potencial en términos de limpieza.
Precisamente, la combinación de dos grandes productos usados en alimentación, se convierte en una alternativa económica y efectiva para devolver el brillo a nuestras vajillas, para desengrasar el electrodoméstico y, sobre todo, para ahorrar dinero. ¿De qué combinación estamos hablando?
Para poner en marcha este truco viral, tan solo necesitarás usar un par de productos muy socorridos: el bicarbonato de sodio y el vinagre blanco, pues juntos pueden ser muy efectivos. Sin duda, ambos protagonizan la mayoría de tips de limpieza, por sus cualidades desengrasantes, desinfectantes y abrillantadoras.
Para que tus platos salgan el doble de limpios, lo primero que debes hacer es espolvorear media taza de bicarbonato por todo el interior del electrodoméstico. En las zonas donde se puede acumular más suciedad, como son las rejillas, el fondo y la cesta para los cubiertos, intenta incidir más apilando mayor cantidad de producto.
En la segunda parte del truco, la clave está en llenar hasta arriba un vaso de vinagre blanco e introducirlo en el lavavajillas. Para que el efecto sea mayor, debes colocarlo en el centro del cajón superior. Cuando hayas completado ambos pasos, tan solo debes introducir los utensilios que quieres lavar e iniciar el ciclo de lavado con agua caliente. Transcurrido el tiempo, podrás comprobar los efectos sobre tu vajilla: como nueva, más reluciente y sin restos de comida incrustados.
El truco viral no solo te ayudará a que tus utensilios recuperen la apariencia del primer día, este tip de limpieza también te permitirá mantener el lavavajillas libre de impurezas, por lo que alargarás su vida útil y, además, los ciclos de lavado serán mucho más eficaces.
Todo se lo tenemos que agradecer a los productos mencionados, cuyas acciones van mucho más allá de solo desengrasar los platos. Probablemente, ya sabrás que el bicarbonato de sodio es un excelente limpiador: te servirá para desatascar el fregadero, para evitar que las chinches invadan nuestro hogar o incluso para eliminar las manchas de las paredes. Pero, ¿qué es de su compañero?
Más allá de condimentar nuestras ensaladas, el vinagre blanco también puede ser usado como potente limpiador natural. Es clave para eliminar los olores desagradables del interior de los electrodomésticos, para limpiar y desinfectar todo tipo de superficies, como los azulejos; para desincrustar los restos de comida más difíciles o incluso puede llegar a ser efectivo para limpiar a fondo los conductos de la lavadora. En definitiva, ¡es un imprescindible en casa!