HIGIENE Y SALUD

¿Cada cuánto se deben bañar los niños?

Aunque esta pregunta parece responderse con el sentido común, en ocasiones genera debate entre las familias. Algunas piensan que los baños deben ser diarios. Otras opinan que ducharse en exceso puede debilitar las defensas contra las infecciones.

A pesar de que no hay una respuesta única y demostrada científicamente sobre cada cuánto deben bañarse los niños, como pediatra te voy a dar las claves para decidir qué es lo mejor para tu hijo, según el caso.

¿Se deben bañar cada día los bebés?

Empezaremos por los bebés recién nacidos. El primer baño de la vida de un bebé se debe demorar hasta pasadas las 24 horas de vida, puesto que nacen recubiertos de una sustancia blanca y untuosa llamada vermix que tiene un efecto protector para su piel, proporcionando lípidos que ejercen efecto hidratante y reduciendo el pH de la piel, disminuyendo así la probabilidad de infecciones.

Posteriormente, los bebés menores de 6 meses apenas se ensucian en su día a día, por lo que la frecuencia de los baños debe depender de la reacción del bebé en su rutina diaria. En esta época los baños no sólo se hacen por higiene, sino para disfrutar del contacto estrecho con los padres, de la interacción con el agua y de la integración en la rutina relajante previa al sueño. Si el bebé se estresa con el baño, llora durante todo el proceso y después le dificulta el sueño, lo ideal sería bañarlo cada 2 o 3 días y preferiblemente por la mañana. Si, por el contrario, el bebé disfruta de este momento con sus padres, se podría hacer a diario con baños cortos y agua templada para no resecar su piel.

Higiene de los bebés de más de 6 meses

A partir de los 6 meses, los niños se ensucian con más frecuencia debido al aumento de la movilidad (gateo, volteo…) y a la introducción de la alimentación complementaria (que a veces nos hace encontrar sorpresas hasta detrás de las orejas). En este momento los baños pueden hacerse más frecuentes, intentando hacerlos agradables para el niño con juegos acuáticos o con masajes de crema hidratante al terminar. Es importante recordar que no hay que dejar nunca sólo al niño en el baño sin supervisión por el riesgo de accidentes.

Higiene de los niños que van al cole

En época escolar, los niños pueden comenzar a ducharse en lugar de bañarse y la frecuencia dependerá de la actividad que hayan realizado durante el día. Resulta evidente que si el niño ha realizado un ejercicio físico intenso, ha estado jugando en ambientes sucios (barro, areneros..) o se ha bañado en la piscina, se debe duchar. A esta edad nuestra vista y nuestro olfato nos pueden ayudar a decidir cuándo se debe duchar un niño, puesto que no está recomendado hacerlo a diario por rutina.

Por otro lado, la higiene mínima diaria debe incluir lavado de cara mañana y noche, lavado de manos antes de comer y tras ir al baño e higiene íntima diaria con cambio de ropa interior.

El pelo no hace falta que se lave cada vez que se duche pudiendo hacerlo una o dos veces por semana dependiendo del tipo de cabello.

¿Los adolescentes deben ducharse cada día?

En la pubertad, las glándulas sebáceas y sudoríparas responden a las hormonas sexuales y se produce un cambio en el olor corporal importante. En esta época de la vida, las duchas deben pasar a ser más frecuentes para combatir estos cambios que, en ocasiones, pueden resultar desagradables para los adolescentes y los que les rodean.

Duchas en los niños con dermatitis atópica

Mención especial deben recibir los niños que padecen dermatitis atópica puesto que los baños frecuentes pueden agravar este problema por lo que estos niños deben minimizar la exposición al agua. Los baños en estos casos deben ser cortos (preferiblemente ducha) y con agua templada (nunca caliente). La piel se debe secar muy brevemente con una toalla, a toques, sin frotar y se debe aplicar unas cremas específica sobre la piel aún húmeda.

Resumiendo, las rutinas de higiene deben ser integradas en frecuencia y horario con la dinámica familiar y no hay una recomendación general que sirva para todos los casos. Educar a los niños en una higiene personal adecuada es importante para crear un hábito y practicar el autocuidado en el futuro.