ALIMENTACIÓN

Buenos procesados del súper: Alimentos perfectos para una vida saludable

Además de los productos frescos como frutas y verduras, en los supermercados hay opciones muy buenas que, aunque procesadas, puedes consumir con la total seguridad de que son una gran opción para tu salud. Vamos a ver qué procesados comprar.

Una pareja en el supermercadoPexels

"¡No comáis ultaprocesados!" Si no habéis escuchado esto, no estáis en el mundo. Además, los relacionamos instantáneamente con obesidad o mala salud. Y con razón. Pero... ¿conocemos de verdad lo que es un ultraprocesado y un procesado? Preparaos que vienen curvas.

Para poder elegir correctamente los mejores alimentos, debemos conocer qué vamos a encontrarnos por los pasillos del supermercado. Así que vamos paso por paso, carrito en mano. Veréis cómo vamos a encontrar buenos procesados.

¿Qué son los alimentos de I Gama?

Pasillo 1: A esto los llamaremos los "los sin". Pero "sin" de verdad, sin mentiras. No porque sean "sin colorantes, ni conservantes". Son "sin" porque son sin etiqueta. Encontraremos aquí alimentos que no llevan ningún procesado: la fruta, la verdura, la carne... También es cierto que son alimentos perecederos.

Cargad el carro, cuantos más de estos tengáis, menos sito hay para los otros (esta frase es más importante de lo que pensáis). Sin ninguna duda, son productos excelentes. Dentro de la industria, a estos alimentos se les llama I Gama.

A partir de aquí, todo el resto de los alimentos ya son procesados. ¿Todo lo demás son procesados? Pues sí, pero con diferencias según el tipo de procesamiento aplicado e ingredientes usados.

¿Las conservas y ultracongelados son buenos para la salud?

Pasillos 2 y 3: Estos alimentos tendrán algún tratamiento posterior. El motivo será alargar su vida útil o mejorar alguna de sus características. En este grupo están las verduras congeladas, los yogures (sin azúcar, ni mermelada, ni frutas…) quesos, tomate triturado… (ya me veis, aquí diciendo que el queso es un procesado, no tengo miedo a nada).

Pero no se queda ahí la cosa, diré alto y claro que las conservas son buenos procesados. Compremos con tranquilidad legumbres en bote. Todas: garbanzos, lentejas o alubias, todos procesados y todos buenos.

En cuanto a las verduras en conserva, todas las que se os ocurran como champiñones, espárragos… Y sí, también los pescados en lata, mejillones… Estas, junto con los alimentos ultracongelados, que también son procesados y son una opción fantástica (ojo, no confundir con surimis y rebozados) pertenecen a la II y III Gama. Abusad a saco de verduras y pescado ultracongelado.

¿La lechuga en bolsa es buena?

Pasillo 4: La IV Gama llegó hace unos años y lo hizo para quedarse. En ella están las verduras frescas preparadas, cortadas, lavadas y envasadas. Se distribuyen bajo cadena de frío. Las bolsas de ensalada, vaya. El precio es alto, sí, pero como recurso para un día con prisa… maravilloso (no olvides reciclar la bolsa en el contenedor de envases).

Estos también son procesados y son fantásticos. Son la mejor parte de la industria alimentaria. Estos tratamientos nos facilitan la vida y hace que podamos comer fácil y variado cada día. Y, además: sano y seguro. Para los ritmos de vida que llevamos son la mejor opción.

¿Es malo que los alimentos lleven aditivos?

Pasillo 5: Se nos va complicando la cosa, la V Gama son alimentos que han recibido diferentes tratamientos de manipulación. Los reconoceréis porque lo habitual es que estén listos para el consumo o quizá necesiten un pequeño calentamiento y ya está. La elección es un poco más difícil porque dependiendo de la calidad de sus ingredientes serán mejores o peores, desde el punto de vista nutricional.

Oigo por ahí… "¡No has hablado de aditivos!". Claro, es que no es necesario, puede haberlos desde la II Gama. ¿Y qué problema hay?, ninguno.

Ya sabemos que lo importante es identificar el producto que se está comprando, no si tiene aditivos o no los tiene. Todos y cada uno de ellos son seguros, aunque también sabemos que no todos son necesarios, como edulcorantes y saborizantes. Por algún motivo, siempre están en los alimentos más procesados.

Pero claro, si todo fuera tan sencillo como esto, no tendríamos el problema de obesidad actual, y lo tenemos.

El lío viene porque entre buen procesado y buen procesado nos cuelan ultraprocesados. Se elaboran a partir de varios ingredientes diferentes y de una muy baja calidad nutricional.

También están listos para consumir o con una pequeña preparación, al horno, por ejemplo. Las cantidades de nutrientes poco saludables como el azúcar, la sal o las grasas son elevadas. Este es el problema real.

Cómo distinguir los ultraprocesados

Tan importante es conocer un buen procesado como saber distinguir los ultraprocesados, estas son algunas claves:

  • Suelen tener envases llamativos.
  • Suelen llevar promociones, paquetes de tres o incluso regalos.
  • A veces hasta se enriquecen con vitaminas, así pretenden que nos parezca "menos mal".
  • En ocasiones encontraréis varios embalajes, plástico tras plástico de un solo uso.
  • Veréis en letras muy grandes propiedades de alguno de los nutrientes. No hagáis caso a las letras grandes. Dad la vuelta al envase.

Truco para entender las etiquetas de los alimentos

Aquí va un truco muy sencillo para distinguir rápido los ultraprocesados y entender las etiquetas de forma rápida. Eliges un producto, lo miras, lees la lista de ingredientes:

  • Caso 1: ¿Los primeros ingredientes que ves se parecen a lo que estás comprando? Entonces vas bien. Por ejemplo: garbanzos, espinacas… y aditivos. Perfecto.
  • Caso 2: ¿No reconoces con la lista de ingredientes lo que estás comprando? Por ejemplo: CMS de pavo, dextrosa, fécula… (era un fiambre de pavo). Huye. Bueno, o no, o cómpralo, pero sabiendo que estás adquiriendo un ultraprocesado y debe ser de consumo esporádico.