MELATONINA

¿Es bueno dar algún suplemento o medicamento a los niños para ayudarles a dormir?

Los problemas de sueño en la infancia y adolescencia son muy frecuentes: alrededor de un 30% de los niños tendrá un trastorno asociado al sueño en algún momento de su infancia y hasta un 18% de adolescentes dormirá poco y mal.

Un niño duerme junto a su peluchePexels

Mantener una higiene de sueño adecuada a todas las edades es esencial para el aprendizaje, la inmunidad, la conducta y el crecimiento de un niño, por lo tanto, es una de las rutinas necesarias para alcanzar un buen estado de salud. Esto trae de cabeza a muchos padres que buscan soluciones rápidas y efectivas para el insomnio de sus hijos. Pero, ¿realmente son seguras estas opciones?

Qué es el insomnio de conciliación

El problema más frecuente del sueño que comentan los padres en la consulta de pediatría es el insomnio de conciliación. Muchos niños tienen problemas para conciliar el sueño por las noches y rechazan la hora de irse a dormir.

Esto provoca que se mantengan despiertos hasta altas horas de la noche y que por la mañana les cueste mucho levantarse, afectando negativamente a su salud y a la dinámica familiar. En los adolescentes este problema resulta más acusado debido al retraso del ritmo circadiano.

La mayoría de estos problemas se resuelven con una adecuada modificación de hábitos y rutinas relacionadas con el sueño:

  • Hay que establecer rutinas adecuadas que indiquen al niño que es hora de dormir: baño, cena, vaso de leche, cuento o música relajante...
  • Establecer un horario fijo para irse a la cama.
  • Proporcionar un ambiente agradable en la habitación con luz tenue, sin ruidos y con temperatura entre 19-22 ºC
  • Evitar el uso de pantallas (televisión, tablets, móviles) una hora antes de irse a la cama.
  • Evitar siestas muy largas o que terminen más allá de las 17 h.
  • Realizar deporte durante el día, evitando las 2 ultimas horas antes de ir a dormir.
  • Despertar con luz por las mañanas, favorece el inicio del sueño por la noche.
  • Evitar bebidas estimulantes antes de dormir: refrescos de cola, té o café.

¿Qué es la melatonina?

El cerebro necesita percibir señales que indiquen que es el momento de descansar para segregar sustancias inductoras del sueño. Una de estas sustancias es la melatonina cuyo uso se ha generalizado en los último años debido a su fácil acceso, sin necesitar prescripción médica.

La melatonina es una hormona que se segrega en la glándula pineal, localizada en el cerebro, y que se encarga de establecer nuestro reloj biológico (ciclo sueño -vigilia). Cuando la luz natural disminuye, la producción de melatonina aumenta contribuyendo en la inducción del sueño.

¿Es recomendable suplementar con melatonina a los niños?

Aunque su uso se ha extendido en los últimos años, hay pocos estudios que hayan demostrado su seguridad en niños a largo plazo. Por este motivo, los pediatras recomendamos que se use solo bajo prescripción médica en casos determinados, con la dosis y la duración pautada, y que se vigile la respuesta acompañándose siempre de una medidas de higiene del sueño, ambientales y de alimentación adecuadas.

De entrada, el uso de melatonina sólo está aprobado oficialmente en niños con trastornos del neurodesarrollo (como en los trastornos del espectro autista o en trastorno de atención y/o hiperactividad) que asocien trastornos del sueño y no respondan a las rutinas bien establecidas.

En casos seleccionados que no mejoren con la modificación de hábitos se podría proponer su uso en lactantes mayores de 6 meses, con una duración máxima de 4 semanas y a la dosis mínima efectiva.

Como hormona inductora del sueño, la melatonina solo es efectiva mejorando el insomnio de conciliación, facilitando que el niño tarde menos en dormirse, pero no se ha demostrado su eficacia mejorando los despertares nocturnos.

Por los efectos secundarios de la melatonina se desaconseja su uso en niños con enfermedades autoinmunes, tumores hematológicos, asmáticos, diabéticos o con epilepsia mal controlada.

Uso de suplementos naturales para conciliar el sueño

Hay muchos productos populares y naturales con potenciales beneficios sobre el sueño. Menos conocidos son su eficacia real, el modo de empleo, si son seguros y cuándo hay que usarlos.

La valeriana, la pasiflora, la lavanda, la manzanilla o la hierba de San Juan son hierbas tradicionales con efectos sedantes. En la infancia no hay estudios que demuestren cuáles son sus efectos y cómo funcionan, por lo que los pediatras no solemos recomendarlos.

Otros fármacos sedantes como los antihistamínicos, las benzodiacepinas o las fenotiazinas nunca son el primer tratamiento elegido por sus numerosos efectos secundarios y porque con el paso del tiempo suelen perder el efecto. También suelen presentar efecto rebote cuando se suspenden por lo que se usan siempre bajo prescripción y supervisión médica, en casos de niños con trastornos del neurodesarrollo, ansiedad o trastorno del estado de ánimo.