ENTREVISTA
Para aplicar correctamente el extracto de Aloe Vera puro en la piel hay que tener la precaución de usar solo el gel y apartar el látex.
El Aloe Vera es una planta de hoja carnosa y perenne, famosa en el mundo entero por sus propiedades beneficiosas para el organismo, sobre todo como tratamiento tópico.
Probablemente originaria de la Península Arábiga, ha sido empleada durante siglos con fines medicinales y estéticos, aunque hay poca evidencia clínica de la efectividad o la seguridad del extracto de la planta.
Hoy en día, el Aloe Vera vive una época de esplendor y no es extraño encontrar su composición en una infinidad de productos de higiene, sanitarios, estéticos y alimentarios.
El empleo de la planta al natural también ha experimentado un auge en los países del primer mundo, con el apogeo de la búsqueda de lo "ecológico", lo "natural", el "do it yourself", el "zero waste" o el "handmade"; y la información (digital y en papel) que disponemos sobre todos los productos que podemos elaborar con Aloe Vera y que proclama sus "milagrosas propiedades" prolifera por doquier.
Sin embargo, ¿qué tan beneficioso es el Aloe Vera al natural aplicado directamente en la piel? Novamás entrevista a Carlos Fernández Moriano, responsable de Divulgación Científica del Consejo General de Farmacéuticos, para esclarecer las verdades y los mitos de la famosa planta:
¿Cuáles son los beneficios del Aloe Vera?
En primer lugar, debemos recordar que de la planta Aloe Vera se obtienen dos productos con interés medicinal distintos: el acíbar o látex, que es el exudado o "zumo" amarillento y de sabor intensamente amargo obtenido a partir de las hojas (llamado en muchas ocasiones "aloe" a secas); y el gel de Aloe, la pulpa transparente que se encuentra dentro de las hojas frescas de la planta.
Ambos productos se diferencian tanto por su localización en las hojas del vegetal como por su composición química (entre la que sobresalen compuestos como la aloína, aloe-emodina, etc.) y, por tanto, se distinguen por su actividad farmacológica. En algunas ocasiones existe confusión entre el acíbar y el gel, e incluso en publicaciones serias a veces no es posible saber a cuál de las drogas se refiere el artículo.
Algunas publicaciones oficiales (como ESCOP, o incluso las monografías de la EMA) recomiendan el empleo del acíbar en casos de estreñimiento ocasional, por sus propiedades laxantes, siempre durante espacios de tiempo cortos.
No obstante, lo más común cuando se habla del uso terapéutico sobre la piel del Aloe Vera es que se haga referencia al gel de Aloe, constituido mayoritariamente por polisacáridos heterogéneos (principalmente acemanano), además de agua, lípidos, esteroles, saponinas, enzimas, etc. Este gel se ha utilizado, aplicado directamente sobre la piel (vía tópica), con fines diversos. En el uso tradicional, destaca su uso frente a quemaduras, heridas o irritación de la piel.
Si bien no existen datos clínicos sólidos para confirmar la eficacia de estos usos, es cierto que el gel de Aloe contiene compuestos que han demostrado cierta actividad cicatrizante, antiinflamatoria, antioxidante y/o inmunomoduladora, que pueden justificar su uso en ciertos casos. Algunos estudios han arrojado buenos resultados cuando se aplica sobre quemaduras leves, pequeñas heridas o cortes (ayudando a la cicatrización) y sobre la piel inflamada o irritada (en eczemas o dermatitis).
¿El Aloe Vera natural es seguro para todos los grupos poblacionales (niños, ancianos…)?
El uso de gel de Aloe en la piel se considera seguro en líneas generales en todos los grupos poblacionales. Pero hay ciertas personas que pueden presentar reacciones alérgicas o dermatitis tras la aplicación de Aloe Vera, por lo que siempre que se vaya a usar debe aplicarse primero en una zona pequeña para observar la reacción de la piel.
En cualquier caso, en relación con su uso tópico, siempre es recomendable consultar al médico o farmacéutico al respecto de la seguridad de su uso.
¿Hay alguna condición de la piel en la que el Aloe Vera sea especialmente beneficiosa o, por el contrario, perjudicial?
Por lo que se ha visto en ciertos estudios, parece acelerar la curación de quemaduras y pequeñas heridas. En estos casos, siempre que estemos seguros de que el producto con Aloe Vera que usamos sea de calidad, procedente de una fuente conocida (para evitar que pueda estar contaminado con pesticidas, insectos…) y con contenido solamente del gel (preferiblemente, en cantidades estandarizadas), eliminando el resto de la hoja, el uso se puede considerar seguro, y es una opción terapéutica a considerar.
¿Qué aporta más beneficios para la piel, la pulpa natural o un producto que podamos comprar en el mercado?
Ello dependerá del producto concreto que estemos considerando utilizar y el beneficio que se busque con su uso. Actualmente, están comercializados infinidad de productos que contienen Aloe Vera. Es preciso subrayar que muchos de los compuestos del gel son sensibles a la oxidación y tienden a degradarse, por lo que el uso del gel obtenido en fresco en el momento (la pulpa natural) puede ser de especial interés.
Lo cual no quiere decir que un producto comercial –preparado a nivel industrial– con Aloe Vera vaya a ser perjudicial o que no pueda tener beneficios, dependerá en buena medida de su composición general (muchos productos con Aloe Vera para la piel contienen también otros ingredientes diferentes indicados para la hidratación o para aliviar la irritación de la piel) y de la forma en que hayan sido almacenados y conservados. No se puede generalizar al respecto.
¿Se puede aplicar el gel de Aloe Vera (puro, directamente de la hoja) en la piel?
A priori, no debe haber ningún problema importante, siempre que se tomen las precauciones mencionadas; entre otras: utilizar solamente el gel; aplicar primero una cantidad pequeña para observar la reacción; e intentar evitar el uso de la planta durante periodos muy prolongados o procedente de una fuente que desconozcamos.
Varios estudios científicos alertan que el látex (la sustancia amarilla) podría causar cáncer si se ingiere durante un tiempo prolongado. ¿Podría pasar lo mismo si se aplica en la piel?
En efecto, en ese producto amarillo existen compuestos derivados hidroxiantracénicos (aloe-emodina, emodina y dantrona), cuya inclusión en alimentos ha sido recientemente prohibida en la UE por el Reglamento 2021/468 porque se ha demostrado su potencial genotóxico in vitro o in vivo.
Es decir, existe la sospecha de que su consumo a largo plazo puede aumentar el riesgo de desarrollar cáncer, no pudiéndose establecer una ingesta diaria segura de los mismos. En el mercado, por tanto, no debemos encontrar ningún producto alimenticio que contenga esas sustancias.
En caso de que utilicemos la planta en fresco, debemos manipularla correctamente para retirar esa parte amarillenta. Si quedan restos de ella en el gel, es probable que provoquen irritación o reacciones alérgicas en la piel y, por seguridad, debemos intentar eliminarlos.
¿Cuáles son los pasos a seguir si tenemos una planta de Aloe Vera en casa y queremos aplicárnosla de forma segura?
Como se ha indicado, la mayor precaución que debemos tener es utilizar estrictamente la parte transparente (el gel), retirando el resto de la hoja.