ENFERMEDAD
Aunque se trata de una infección banal que se resuelve sin mayores complicaciones, el llamado boca-mano-pie puede provocar muchas molestias a los pequeños que la sufren.
Si tienes hijos pequeños y acuden o han acudido a la escuela infantil seguramente hayas oído hablar de esta infección viral que es tan frecuente a esas edades. Sin duda, el boca-mano-pie es uno de los "virus estrella" de las guarderias y uno de los virus más banales pero más llamativos por sus síntomas.
¿Cómo se contagia el boca-mano-pie?
La enfermedad boca-mano-pie es una infección generalmente benigna de causa vírica propia de la infancia (más frecuente en niños y niñas entre 1 y 3 años) que se presenta en forma de brotes siendo más frecuentes en primavera/verano y otoño.
Suele ser producida por un virus llamado Coxackie A16, de la familia de los enterovirus. Este virus se transmite con facilidad de un niño a otro a través del contacto con las heces y las secreciones de la nariz (mucosidad) y/o la boca (saliva). También se contagia por las gotitas que se lanzan al toser.
Los niños pueden eliminar y transmitir el virus antes de comenzar con los síntomas (período de incubación), mientras están enfermos o incluso varias semanas después de curarse. Además, este tipo de virus también puede sobrevivir mucho tiempo sobre los objetos (pañuelos, toallas, juguetes, mesas…) facilitando su transmisión.
Síntomas del boca-mano-pie
Desde que una persona se contagia hasta que comienza con síntomas pueden pasar de 3 a 6 días.
Tras unos días de fiebre moderada y malestar general, aparece una erupción característica que da nombre a la enfermedad: pequeñas ampollas o pápulas en unas partes concretas del cuerpo.
Estas lesiones suelen aparecer sobre todo:
Suelen afectarse más las manos que los pies y en algunas ocasiones pueden aparecer formas atípicas con aparición de lesiones más generalizadas en piernas y brazos.
Las ampollas se rompen y posteriormente se curan solas en 5-10 días. No suelen picar mucho.
Las mayores molestias aparecen a causa de las lesiones oral que en ocasiones impiden o dificultan la ingesta.
También hay que saber que, en ocasiones, tras 4-5 semanas de la aparición de las lesiones en la piel, aparecen surcos transversales amarillos en las uñas y, a veces, éstas se pueden caer. Se pueden afectar varias uñas y crecen de nuevo solas en semanas sin necesidad de tratamiento.
¿Cómo se trata el boca-mano-pie?
No existe tratamiento para curar la enfermedad, pero se pueden administrar algunos medicamentos para aliviar los síntomas como la fiebre (analgésicos y/o antitérmicos), el picor (antihistamínicos) o las molestias oral (con geles orales que aceleran la cicatrización).
Resulta muy importante mantener una adecuada higiene de manos y uñas durante la infección y evitar el rascado ya que estas lesiones se pueden sobreinfectar con bacterias y complicarse.
Asimismo, conviene que el niño sea valorado por un pediatra ya que aunque se trata de una enfermedad leve y se cura sola hay algunas enfermedades más graves que pueden parecerse y tienen más complicaciones (varicela, herpes, viruela del mono…)
Cuando un niño infectado lleve más de 24 horas sin fiebre, tenga buen estado general y pueda comer, puede reincorporarse al colegio o guarderia a pesar de las lesiones ya que como la infección asintomática es frecuente y la transmisión del virus se produce también antes y después de los síntomas, la exclusión del colegio resulta ineficaz para disminuir la transmisión.