HIDRATACIÓN
Con las altas temperaturas del verano, nuestro cuerpo necesita beber agua para hidratarse. Como matrona, es habitual recibir la consulta de si los bebés también necesitan agua. Descubre todas las claves en el siguiente artículo.
Con la llegada del verano, la subida de las temperaturas y la importancia de beber agua para mantenerse hidratado, nos entran las dudas de si deberíamos hacer lo mismo con los bebés.
Por supuesto que un bebé, igual que un adulto, necesita agua. Pero no la necesita de la misma manera que nosotros. Y es que, la leche es un 85-88% agua en su composición (tanto la leche materna como la artificial).
Un bebé menor de 6 meses debería alimentarse exclusivamente con leche. Es decir, la leche va a ser todo lo que el bebé necesite (ni zumos, ni infusiones, ni nada de nada). Y. cuando un bebé toma leche a demanda, ya sea materna o artificial, está tomando toda el agua que necesita.
Es importante recordar que la lactancia materna debería ser siempre a demanda, y por lo tanto el bebé podrá "beber" cada vez que tenga sensación de sed. Es probable que notes que demanda más a menudo cuando hace más calor, y sería completamente normal. Ofrécele el pecho cada vez que pida, sin horarios ni restricciones, y el bebé estará recibiendo todo el agua que necesita.
Y con la lactancia artificial ocurre lo mismo. El biberón debería ofrecerse igual que el pecho: a demanda según las necesidades del bebé. Durante el verano, podéis notar que pide más a menudo tomar un poco de leche. Si preparamos de forma correcta la leche de fórmula (cantidad de agua y polvos según nos dice el fabricante) y ofrecemos a demanda… el bebé estará tomando el agua que necesita para mantenerse hidratado.
Probablemente no pasa nada, pero no está recomendado ni es necesario ofrecer agua en un bebé menor de 6 meses.
Cuando un bebé menor de 6 meses mama porque tiene sed, está también nutriéndose. El problema es que, si le ofrecemos agua, estamos llenando su estómago y saciándolo falsamente, por lo que podrían reducirse el número de tomas y afectar a la nutrición del bebé. Además, beber agua de forma excesiva va a aumentar las micciones del bebé, aumentando la pérdida de electrolitos que puede afectar a su salud.
Por otro lado, aunque menos probable, el agua podría ocasionar diarreas al bebé si estuviera contaminada. Algo muy poco probable en nuestro país, pero en otras zonas puede afectar gravemente a la salud de los niños.
A partir de los 6 meses puedes ir ofreciéndole agua poco a poco, pero tienes que tener en cuenta que su aporte principal seguirá siendo a través de la leche. Ahora es momento de descubrir el agua, así que irán introduciéndola y aceptándola de forma progresiva. Si la rechaza continúa ofreciéndosela, pero no le obligues, el pecho o la leche artificial continuarán hidratándole igual que lo hacían hasta ahora
Le puedes ofrecer el agua de muchas formas y no es necesario que lo hagas en biberón si nunca lo ha utilizado antes. De hecho, es más recomendable que empiecen a beber en vaso normal, de silicona o incluso de cristal bajo supervisión… se pondrán perdidos, pero facilitará su aprendizaje de una forma mucho más natural. En casos concretos, también podrías usar vasos de aprendizaje si te sirven de ayuda.