UN ESTUDIO EN REINO UNIDO DA LA RESPUESTA

¿Beber leche es malo para la congestión?

Existe diversidad de opiniones a la hora de tomar leche cuando estamos constipados: ¿se debe beber leche durante un resfriado o hay que evitarla?

La leche es un alimento tradicional presente en nuestra dieta que siempre ha estado en continuo debate. Aunque sea un básico en el desayuno, muchas personas aseguran que no les sienta bien, son intolerantes o que tomarla engorda. Además, existe la creencia de que se debe evitar beberla cuando se está congestionado, pero ¿está demostrada?

La leche presenta grandes propiedades nutricionales como calcio, fósforo, magnesio, vitamina A y zinc entre otros. Además, su alto contenido en vitamina D ayuda al correcto desarrollo de los huesos y a la buena salud de los dientes. Se trata de una fuente de proteínas completa que favorece el control de la obesidad, gracias a la disminución del apetito que produce la leche.

El principal azúcar encargado de dar sabor a la leche y a otros lácteos es la lactosa. Está formada por glucosa y galactosa, sustancias que el cuerpo utiliza como fuente de energía. Además, es beneficiosa para la absorción intestinal de calcio y magnesio.

¿Se recomienda tomar leche durante los resfriados?

Aunque se crea que la leche es buena para disminuir los síntomas del resfriado, también existe la idea de que la leche empeora las congestiones, ya que aumenta la secreción excesiva de moco. Antes, el problema era que en ningún momento existía una evidencia científica que respaldara esta afirmación, por lo que se ha considerado un mito. Sin embargo, ahora encontramos investigaciones que resuelven las dudas al respecto.

Existen estudios que afirman que se debe evitar beber leche durante las congestiones, ya que los síntomas se agravan y resultan molestos. El estudio más reciente es el realizado en el año 2018 por el Hospital de Lister, en el Reino Unido. En esta investigación se demostró que la leche alarga las congestiones a causa de la secreción continua de mucosidad que produce.

Participaron un total de 108 personas congestionadas, 26 hombres y 82 mujeres, a quienes les prohibieron tomar lácteos durante tres días. Al cuarto día, la mitad de los voluntarios tomaron un vaso de leche de soja y la otra mitad uno de leche de vaca. El resultado fue que aquellas personas que bebieron leche de vaca continuaron con los síntomas de la congestión mientras que los otros redujeron la secreción de mucosidad.

Existen estudios que dictan lo contrario

Otras investigaciones han llegado a distintas conclusiones, donde no han encontrado relación entre la mucosa y la leche. Sin embargo, este tipo de bebida genera que la flema sea más espesa, por lo tanto sí que puede dificultar la desaparición total de los mocos, aunque esto no concluya que la leche agrave los síntomas de la congestión.

Por qué se genera exceso de mucosa con la congestión

Los mocos son un compuesto de agua y sales inorgánicas que protege al cuerpo de los gérmenes que viajan con el aire, como el polvo o el polen. Se encargan de retener las partículas no deseadas para que no entren en nuestro organismo y lo protegen de infecciones.

La textura de los mocos varía cuando nos constipamos. La mucosidad se vuelve líquida cuando es más espesa que los cilios, los pelillos encargados de empujar la secreción a la garganta. De esta manera, no pueden realizar bien su labor, lo que produce la acumulación de mucosa y el moqueo. Por lo tanto, según este estudio del Hospital de Lister, beber leche alarga este efecto en vez de favorecer su desaparición.

La mucosidad también puede cambiar de color. Así pues, cuando el moco es de color amarillo el origen es viral, mientras que es más verdoso cuando hay presencia de bacterias.

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