MUÉVETE
Repasamos algunas de las ventajas a nivel físico, además de revelar cómo afecta a nuestro estado anímico y al tratamiento de enfermedades neurodegenerativas.
Toda actividad que nos aleje del sedentarismo tiene aspectos positivos para el organismo. Caminar, subir escaleras, entrenar… ¡y por supuesto, también bailar!
Tango, ballet, hip hop, flamenco, salsa, bachata, kizomba.. Cada baile tiene sus características y aporta mayores o menores beneficios en función de su intensidad y su complejidad, pero en todos los casos, bailar es una actividad física muy recomendable porque nos obliga a utilizar todo nuestro cuerpo.
Beneficios físicos de bailar
Bailar tiene muchos beneficios directos para la salud, pero destaco los 5 más importantes:
1. Mejora la coordinación y el equilibrio
El baile es movimiento y este implica en muchas ocasiones a todo el cuerpo: brazos, piernas, tronco… Independientemente de que se realice en el propio sitio o desplazándose por el espacio.
Esos movimientos provocan que el centro de gravedad se vea modificado continuamente, por lo que hay un trabajo muy claro de la coordinación y del equilibrio, que ayuda a prevenir posibles caídas y a tener una mejor postura corporal.
2. Trabaja la memoria
Aprender a bailar no es sencillo: quien lo ha probado lo sabe. Además de aprender a coordinar todo tipo de movimientos, hay que interiorizarlos. Aprender y saber reproducir esas rutinas, figuras y coreografías supone un trabajo de memoria muy interesante.
3. Quema calorías
Bailar implica acciones, como andar a diferentes ritmos y realizar giros, que suponen un esfuerzo cardiovascular. Por supuesto, el gasto calórico depende mucho del tipo de baile, del tiempo invertido y de cuánto ponga de sí el bailarín.
Si tenéis curiosidad, os animo a revisar esta diferenciación de la doctora Bárbara E. Ainsworth, donde clasifica cada tipo de baile en función del gasto calórico. Si hacemos el cálculo para una persona de 70 kilos, sería una quema de calorías próxima a esto:
220 kcal cada hora: Tango, bailes lentos, etc.
330 kcal cada hora: Salsa, merengue, flamenco, swing…
367-478 kcal cada hora: Baile moderno, ballet, jazz…
367-536 kcal cada hora: Aeróbic (mayor gasto calórico al incluir ejercicios con mayor impacto)
830 kcal cada hora: Baile de competición
4. Fortalece tus huesos
Ponernos en movimiento a través del baile nos ayuda a trabajar al corazón, y aumenta la resistencia, pero también es beneficioso para los huesos, porque esos movimientos proporcionan fuerzas externas que mejoran su densidad mineral.
5. Te ayuda a dormir mejor
Otro punto a favor del baile es que ayuda a dormir mejor, majora la presión arterial y al mismo tiempo la calidad de vida, tal como se detalla en este estudio. Además, al ser una actividad que implica variedad de movimientos tonifica los músculos.
Pese a todo, debemos entender que bailar no sustituye al ejercicio físico. Nos aporta múltiples beneficios, pero siempre es conveniento completar con entrenamiento aquello que el baile no llega a trabajar.
Beneficios mentales de bailar
Mover el cuerpo al ritmo de la música y bailar tiene muchos beneficios directos para nuestra salud emocional. Algunos de los más destacados son:
1. Reduce el riesgo de sufrir depresión
Un aspecto muy importante a tener en cuenta, mucho más en un contexto Covid-19, es que el bailar mejora la depresión. No hay una diferencia significativa en la mejoría entre las personas que bailan y las que realizan ejercicio físico, pero la diferencia es notoria con respecto a aquellas personas que llevan una vida sedentaria.
2. Mejora nuestra forma de relacionarnos
El baile tiene como característica extra que suele practicarse junto a otras personas, lo que no sólo nos anima a a relacionarnos, sino que le añade el aliciente de que las otras personas comparten contigo el mismo objetivo.
Bailar con otras personas, en algunos casos desconocidas, ayuda a mejorar las relaciones personales. A esto hay que sumarle una mejora de la confianza en uno mismo y la autoestima, ya que la música está asociada con el sistema de recompensa del cerebro, además de mejorar el rendimiento en tareas cognitivas.
3. Reduce el riesgo de demencia
Por otro lado, la música en sí tiene uso terapéutico en enfermedades neurológicas y psiquiátricas y se demuestra que el baile como terapia mejora o retarda el empeoramiento de la calidad de vida en personas con Alzheimer, con la mejora de la función física y cognitiva. Esto lleva consigo una reducción del riesgo de demencia.
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