MASCOTAS REALES

Así son los Corgi, los perros que acompañaron a Isabel II durante toda su vida

Leales, protectores e inteligentes. Así podríamos describir a los Corgis, los adorables perros que acompañaron a la reina Isabel II a lo largo de su vida. No solo fueron sus fieles compañeros, sino que también se convirtieron en un símbolo icónico de la realeza británica.

Reina Isabel II de InglaterraGtres

Si piensas en la reina Isabel II de Inglaterra, es probable que la imagen de un pequeño Corgi corriendo alegremente a su lado aparezca en tu mente. Su pasión por esta raza de perros es innegable: a lo largo de su vida, ¡la monarca habría llegado a tener más de treinta Corgis!

Estos adorables compañeros no solo formaron parte de su vida privada, sino que también se convirtieron en un emblema para la corona británica. Por ello, era indiscutible su aparición en producciones audiovisuales relacionadas, como la popular serie The Crown. Además, su influencia fue tanta que hasta se creó merchandising de sus perritos.

Pero, ¿qué hace tan especial a esta raza y por qué Isabel II los eligió como compañeros durante tanto tiempo? Si los Corgis te parecen tan achuchables como a nosotras, conocerlos más a fondo te hará entender por qué la monarca británica más longeva los escogió.

Reina Isabel II de Inglaterra durante su juventud con un Corgi | Gtres

¿Qué carácter tienen los Corgis?

Los Corgis son conocidos por su energía, inteligencia y carácter decidido. Algo que quizás no sepas es que existen dos tipos: el Corgi galés de Pembroke y el Corgi galés de Cardigan, ambos con características muy similares, aunque con diferencias sutiles, tomando el nombre de la comarca de la que proceden.

Físicamente, tienen un tamaño compacto, con una altura máxima de unos 30 centímetros y un peso que ronda los 12 kilos. Su pelaje en tonos cálidos, su apariencia simpática, sus orejas puntiagudas y sus patas cortas generan una ternura innegable.

Corgi | Unsplash

Además de su aspecto, tienen un carácter protector y un instinto de pastoreo, lo que los convierte en excelentes compañeros en entornos rurales. También destacan por ser muy cariñosos y leales, siempre dispuestos a jugar y realizar actividades físicas. Esto encajaba perfectamente con los paseos de la reina por las inmediaciones de Buckingham Palace y sus residencias de campo.

Por último, tienen una esperanza de vida de unos 15 años, lo que los convierte en compañeros duraderos y fieles. Quizás esta combinación de carácter amigable y leal, sumado a su origen británico, fue lo que hizo que Isabel II se sintiera tan conectada con esta raza.

La relación de Isabel II con los Corgis

La vinculación de Isabel II con los Corgis comenzó en su juventud. Recibió su primer Corgi, Susan, por su decimoctavo cumpleaños. Desde entonces, este lazo especial con la raza se mantuvo durante toda su vida. Fue en 2012 que, a sus 86 años, la monarca decidió dejar de criar más Corgis, aunque su vínculo con ellos nunca desapareció.

Se dice que tomó esta decisión porque estaba preocupada por cómo sería su vida tras su fallecimiento. Cuando eso ocurrió en septiembre de 2022, la reina dejó a cuatro perros huérfanos, pero, fiel a su estilo, ya había organizado con antelación el destino de sus queridos compañeros para que quedaran en buenas manos.

De los cuatro perros que Isabel II tendría en el momento de su muerte, dos Corgis, Muick y Sandy, fueron adoptados por su hijo, el príncipe Andrés, y su exesposa, Sarah Ferguson. Ambos se comprometieron a cuidar de los perros con el mismo cariño que la reina les había brindado durante toda su vida.

De los otros dos perros, una cocker spaniel inglesa llamada Lissy y Candy, un Dorgi (mezcla de Corgi y perro salchicha), no se sabe mucho al respecto. Sin embargo, se especula que Lissy podría haber sido entregada al príncipe William y Kate Middleton, mientras que Candy podría haber quedado a cargo de alguien de confianza del servicio.