CONSEJO

Aprende a distinguir los celos de la envidia

Aunque son similares, así puedes diferenciar estas dos emociones

Tanto los celos como la envidia son dos sentimientos que todos hemos experimentado alguna vez, aunque seguro que no con la misma frecuencia. En muchas ocasiones confundimos estas dos sensaciones cuando las experimentamos o cuando las está sintiendo la persona que tenemos al lado.

Son emociones que usamos como sinónimos ya que ambas son negativas y preferimos evitarlas a ser posible, pero lo cierto es que no son iguales.

Por qué los celos y la envidia son distintos

El origen de cada uno de estos sentimientos es diferente. Por un lado, la envidia se refiere solo a una situación en la que alguien siente molestia porque otra persona tiene algo que tú no tienes, o ha logrado un objetivo el cual tú también querías. Normalmente se asocia a cosas materiales o atributos de los que dispone el otro individuo.

Podemos sentir envidia de las vacaciones que se ha cogido un trabajador de nuestra empresa, del dinero que gana un conocido o de las notas que obtenido un compañero de clase. En resumen, quieres tener algo que no tienes normalmente sin tener en cuenta los esfuerzos invertidos por la otra persona.

Por otro lado, los celos son una emoción poco más compleja de explicar. Aunque no sean uno de los pecados capitales, también están considerados como un sentimiento negativo. Suelen experimentarse cuando sientes miedo de perder algo que está en tu posesión y están asociados a la inseguridad.

Y es que en general lo aplicamos a las relaciones. En el momento en que tu pareja está mucho tiempo con una persona que no eres tú, mucha gente siente celos al pensar que preferiría estar con esa persona.

En resumen, la envidia está más relacionada con la rabia y los celos con el miedo. Pero ambas emociones pueden indicar que somos inseguros y posesivos y que lo queremos todo para nosotros. Si notas alguna de estas emociones, es mejor tratar de cortarlas de raíz para estar en paz con uno mismo.

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