SIN REFORMAS
Son la tendencia en auge en decoración del hogar: fáciles de colocar, de lavar, económicas y capaces de darle un aire renovado a cualquier habitación.
Llevar a cabo una reforma del hogar, muchas veces se nos escapa del presupuesto. Y si se trata de un piso de alquiler, tampoco nos gusta hacer grandes desembolsos en una propiedad ajena.
Sin embargo, hay soluciones muy fáciles de aplicar y que cambian por completo el ambiente de una estancia. Un ejemplo de ello son las alfombras vinílicas. Con ellas, no hará falta que inviertas dinero ni esfuerzos en renovar tus habitaciones para darles un toque diferente y atractivo. De hecho, esta tendencia se ha dejado ver mucho en redes sociales y las principales marcas de interiorismo y decoración se han lanzado a hacer sus propios modelos.
¿Qué son las alfombras vinílicas?
Las alfombras vinílicas están fabricadas con PVC, el plástico que menos dependencia tiene del petróleo, por lo tanto, son más sostenibles. El PVC es un material ligero y resistente, de manera que las alfombras se pueden trasladar cómodamente de una estancia a otra de la casa y son muy resistentes al uso. Además, el mantenimiento de este tipo de plástico requiere de pocos esfuerzos. Se limpia de forma muy sencilla con agua, al contrario que las alfombras tradicionales de tela, que suelen necesitar de tintorería.
El material de su composición tiene aún más propiedades, como por ejemplo, el hecho de que no cogen polvo, son impermeables, antibacterianas, no generan hongos y son antideslizantes. Como no cogen pelo, las hace ideales para casas con mascotas y donde viven personas alérgicas al polvo.
Son también muy versátiles en cuanto al diseño: como los grafismos se pueden imprimir fácilmente encima del PVC, los estampados son infinitos y perfectos para alegrar cualquier habitación de la casa.
¿Dónde poner alfombras vinílicas?
La composición de sus materiales hace que sean muy resistentes al calor, a las rayaduras, las marcas y al desgaste, por lo que son perfectas para proteger los suelos de las cocinas de manchas y salpicaduras.
Además, también son buenos aislantes acústicos. Por esta razón, muchos establecimientos comerciales también se han sumado a esta tendencia y las encontramos con frecuencia en hoteles y oficinas. Para el baño y las terrazas, las alfombras vinílicas también son unas grandes aliadas, ya que como no se humedecen, no generan hongos.
¿Cómo las combino en casa?
Los modelos más comunes son los que simulan las alfombras de fibras vegetales. Pero también existen otros más creativos que reproducen los tradicionales mosaicos hidráulicos de las baldosas modernistas. Así, encontramos alfombras que se adaptan a todos los estilos, desde más modernos a más rústicos.
¿Cómo limpiar una alfombra vinílica?
Para limpiar las alfombras solo necesitas un paño húmedo, sin ningún tipo de detergente. Sí aún así la suciedad no se va, puedes aplicar lejía u otros productos con alcohol y conseguir una limpieza perfecta sin dañar la alfombra. Pero lo mejor es que las friegues con agua, cuando limpies el suelo de la habitación donde esté colocada.
¿Cuánto cuesta una alfombra vinílica?
Si sus propiedades no han sido suficientes para convencerte de comprar una alfombra vinílica, su precio seguro que lo hará. Los precios varían en función de la marca, el tamaño y la calidad del material de la alfombra, pero suelen rondar los 50 € el metro cuadrado. Además, son una inversión de futuro porque con un buen mantenimiento, pueden durar toda la vida. Las fabrican muchas marcas y en Amazon puedes encontrar modelos muy variados a muy buen precio.
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