DIFERENCIAS
Las palabras alergia e intolerancia muchas veces nos llevan a confusión. Te contamos en qué se diferencian.
La mayoría de las veces cuando nos hablan de intolerancia o alergia lo relacionamos con los alimentos, pero no sabemos diferenciar los síntomas que cada uno produce. En el vídeo te lo mostramos.
Al ingerir un alimento del cual tenemos sospechas de ser alérgicos o tener intolerancia, debemos prestar atención a que síntomas nos produce. Si tenemos la sensación de malestar puede tratarse de una intolerancia. Si por el contrario vemos que es más serio y sentimos la falta de aire o no podemos tragar bien, se trata de alergia y deberíamos dirigirnos inmediatamente a un hospital o centro de salud para que nos asistan.
La intolerancia a un alimento se produce cuando nuestro cuerpo no puede digerir o procesar los compuestos de lo que hemos ingerido. Esto causa problemas digestivos como náuseas, vómitos o malestar abdominal. Estos síntomas no suelen llegar más allá de este malestar, mientras que la alergia puede ser más grave.
También el consumir un alimento al que somos intolerantes sin saberlo puede provocarnos acné, dolor de cabeza constante, migrañas e incluso impedir la pérdida de peso si nos encontramos haciendo una dieta. El ejemplo más común de una intolerancia que no conoce que padece la mayoría de la gente es el gluten. Esta intolerancia ha ido creciendo en los últimos años y las personas que la padecen sólo sentían más pesadez después de comer.
La alergia es causada cuando nuestro sistema entra en contacto con un alérgeno. Al producirse este contacto, nuestro cuerpo contesta con un proceso que puede derivar en erupciones cutáneas, rojeces o en el peor de los casos un shock anafiláctico.
Como resumen podemos decir que la alergia está relacionada directamente con el sistema inmunológico, pudiendo afectarnos así hasta en la respiración. La intolerancia por otro lado afecta a nuestro metabolismo, haciendo que trabaje más lento y se nos genere una sensación de pesadez.
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