PELIGROS

Los ahogamientos en la infancia son demasiado habituales: Cómo prevenirlos en playas y piscinas

En 10 cm de agua y en menos de 1 minuto un niño puede ahogarse y sufrir consecuencias fatales.

Unas niñas en la piscina con flotadores.Pexels.

Disfrutar de un día soleado en una tumbona o chiringuito mientras nuestros hijos chapotean en el agua puede parecer un plan idílico, pero mientras los niños estén cerca del agua nunca jamás debemos bajar la guardia si queremos evitar accidentes que pueden llegar a ser fatales.

Cada año fallecen alrededor de 30 niños por ahogamiento en nuestro país, la gran mayoría de ellos por accidentes que se podrían haber evitado tomando las precauciones adecuadas tanto antes como durante el baño.

"Los pequeños no avisan cuando se están ahogando sino que caen hasta el fondo de forma rápida y silenciosa sin hacer aspavientos o gritar para llamar la atención".

Noelia Gilabert, pediatra

Medida de prevención: la vigilancia constante

Estos datos resultan aún más alarmantes si sabemos que 4 de cada 5 menores muertos por ahogamientos no estaban siendo vigilados y, según el Primer Informe nacional de ahogamientos de Menores, la mayoría de fallecidos son niños entre 2 y 4 años y en un entorno no vigilado, principalmente piscinas particulares.

Es importante saber que en 10 cm de agua y en menos de 1 minuto un niño puede ahogarse y sufrir consecuencias fatales.

Lo peor es que, en muchos casos, los padres no se percatan de que el niño se está ahogando, por lo que cuando se dan cuenta puede ser demasiado tarde. Lo que sucede es que, al contrario de lo que podemos pensar, los pequeños no avisan cuando se están ahogando sino que caen hasta el fondo de forma rápida y silenciosa sin hacer aspavientos o gritar para llamar la atención. Por eso al ahogamiento se le conoce como la muerte silenciosa.

Por lo tanto, la principal amenaza de ahogamiento que enfrentan las familias con niños pequeños es el acceso al agua inesperado y sin supervisión (momentos no dedicados al baño). La principal medida que evitaría estos ahogamientos sería asegurar el perímetro de las piscinas particulares con una valla para así evitar el acceso a la misma ante un mínimo despiste.

¿A qué distancia hay que vigilar a un niño que está en el agua?

Cuando los bebés o niños pequeños estén dentro o alrededor del agua, bien sea piscina o cualquier superficie abierta de agua (mar, río, lago…) deben de estar al alcance y continuamente supervisados por un adulto. Para que esta vigilancia sea adecuada, la distancia al menor debería ser inferior a la longitud del brazo del cuidador para poder sacar al niño del agua rápidamente en el caso de ser necesario.

Evitar las distracciones puede resultar primordial a la hora de evitar un ahogamiento: mirar el móvil, ojear un libro, conversar con otro adulto…

Mejores métodos de flotación

Respecto a los métodos de flotación, recordar que el más seguro siempre son los brazos de los padres, pero si queremos que nuestros hijos estén un poco más libres en el agua cuando todavía no saben nadar correctamente el método de elección es el chaleco homologado.

Ni flotadores ni manguitos han resultado ser seguros en el agua para prevenir un ahogamiento y pueden dar una falsa sensación de seguridad.

¿A qué edad hay que aprender a nadar?

Otra de las medidas que puede disminuir la tasa de ahogamientos en los más pequeños son las clases de natación y enseñar a los niños a sobrevivir en el agua. Es conveniente que aprendan a nadar a partir de los 4 años.

Sin embargo, la decisión de cuándo un niño debe iniciar dichas clases debe ser individualizada. Igualmente, aunque nuestro hijo sepa nadar, la supervisión por nuestra parte debe seguir siendo exhaustiva y continuada mientras esté en el agua.

Para finalizar, en el caso de presenciar un ahogamiento debemos recordar que se debe avisar inmediatamente al servicio de emergencias sanitarias (112) e iniciar maniobras de reanimación cardiopulmonar por parte de un adulto entrenado (socorrista, padre o familiar) en los primeros minutos, ya que esto puede ser crucial para salvar la vida de ese niño.