CURIOSIDAD
Últimamente se ha desarrollado una creencia sobre que el consumo de soja influye en la menstruación. Y lo cierto es que este mito tiene una parte de verdad, a continuación, te explicamos cómo afecta esta sustancia y de qué está compuesta.
Desde hace bastante tiempo la soja protagoniza mucho de los platos que consumimos habitualmente, incluso hay personas que han sustituido la leche de vaca por la leche de soja. Normalmente este alimento se consume principalmente en multitud de países asiáticos y se asocia a su cocina, pero también predomina a nivel mundial. Por lo que existen muchas formas de ingerirlo, ya sea en forma de leche, de salsa o como soja texturizada.
Incorporar esta sustancia a la rutina alimenticia es saludable, por la cantidad de proteínas y fibras que tiene, de hecho, disminuye la posibilidad de desarrollar enfermedades. Sin embargo, existe una creencia que últimamente se está extendiendo y es sobre el efecto que tiene el consumo de soja en el ciclo menstrual, pero ¿es cierto o solo es un mito? A continuación, te damos la respuesta para que estés más tranquila.
La creencia de que comer soja de forma habitual retrasa la menstruación puede parecer un mito, pero tiene una parte que es verdad, ya que está compuesta por una sustancia conocida como isoflavona. Esta sustancia tiene un efecto similar a los estrógenos, es decir, las hormonas asociadas a las mujeres, ya que son compuestos parecidos, por lo que puede tener el mismo efecto en el cuerpo. De esta forma, un exceso o alta concentración de estrógenos puede alterar el sangrado y afectar a la menstruación.
Sin embargo, no debes preocuparte, porque las isoflavonas tienen un efecto más leve que los estrógenos, ya que la soja tiene una cantidad pequeña de esta sustancia. Eso sí, debes evitar un alto consumo de este producto, porque puede ser perjudicial para la salud. De hecho, si ingieres demasiado y abusas puede afectar a los niveles de estrógeno e influir en la menstruación.
Curiosamente, no solamente tiene isoflavonas la soja, también se encuentra presente en otros alimentos como el ajo y los pistachos. Por lo que se aconseja siempre hacer un consumo equilibrado, ir alternando y no ingerir demasiada cantidad para evitar que afecte al nivel de hormonas.