INVIERNO Y MASCOTAS

Abrigos para perros, ¿son realmente necesarios?

No podemos establecer una respuesta inmediata a la cuestión. Los abrigos, en contra de lo que la mayoría pueda opinar, son necesarios en más ocasiones de lo que se pudiera pensar. Te lo aclaramos.

Comienza el frío y al salir a la calle vemos al vecino de todas las mañanas sacando a su chihuahua pero esta vez le ha “disfrazado” con un jersey de papa noel... seamos sinceros, el pensamiento de que el pobre perro no tiene la culpa y que el dueño necesita ayuda nos pasa a todos por la cabeza. Pues atención querida amiga, porque ese perro necesita abrigo.

Las razas Toy o miniatura no pueden realizar bien la termorregulación y suelen tener pocas reservas en su organismo para asumir cambios de 22ºC del salón de casa a los 2ºC de la acera del portal. Si le unimos a que suelen tener poco pelo, o les ponemos un abrigo o un chubasquero para cuando llueve o el pobre va a pasarlo muy mal.

Eso sí, si tenemos un pomerania no debemos cometer el error de ponerle un jersey. Obviamente no lo necesita y solo vamos a conseguir que su pomposo pelaje acabe apelmazado y lleno de nudos imposibles de deshacer.

No solo los perritos enanos necesitan cubrirse. Los galgos y lebreles no depositan habitualmente mucha grasa corporal y su pelaje es mínimo. Sin lugar a dudas agradecen un abrigo durante las heladas y un chubasquero los días de lluvia.

Otro grupo más amplio son los perros viejitos. Cada vez podemos disfrutarlos más tiempo a nuestro lado gracias a las vacunaciones y tratamientos veterinarios pero la artrosis y problemas hormonales como hipotiroidismo les acompañan los últimos años. Sin duda, con un abriguito, los meses invernales se llevan mejor.

Perrete con abrigo | iStock

Las camisetas, grandes desconocidas, son muy importantes en recuperaciones de determinadas cirugías, quemaduras, atópias o alergias al sol y las botitas de neopreno son obligatorias en perros que acompañan a sus dueños a hacer caminatas por la nieve o hacer esquí de fondo.

Pero ojo porque todo tiene su justa medida y sin lugar a dudas los perros nacieron sin abrigos: en cuanto llegamos a casa, fuera adornos. Si hace sol y salimos a un paseo largo, fuera abrigo.

Los perros desarrollan su adaptación al medio en el primer año de vida. Si viven siempre dentro de casa, desarrollan grasa y densidad de pelaje para esa temperatura: 20-22 ºC. Por mucho que sea un perro de caza, no puede pasar a dormir en la calle en navidad en el pueblo ¨como se ha hecho toda la vida¨, porque no está adaptado y no puede defenderse del frio.

De igual modo, un samoyedo o un golden que tienen pelaje denso y grasa subcutánea, no pueden estar con jersey dentro de casa por mucho que estemos en la sierra y queden muy bonitos junto al árbol navideño. Pueden sufrir un golpe de calor y peligrar su vida.

El mundo de las mascotas ha crecido exponencialmente en los últimos 15 años en un país donde hasta los años noventa, gran parte de la población canina de España eran perros de trabajo, ya fueran guardando fincas, ayudando en el pastoreo, caza o como perros de adiestramiento policial o de rescate.

Hoy en días nos situamos a nivel europeo tanto en cuidado de la salud como de su bienestar y destacamos sobre otros países en control y calidad de alimentos.

Este avance en el respeto por nuestras mascotas es, en parte, gracias a la labor de los veterinarios que peleamos a diario para transmitir la visión profesional y de responsabilidad que tenemos al adquirir un animal como mascota. Pero siempre hay quien intenta sacar provecho de las situaciones y puede llegar a desvirtuarse lo que es protección y cuidado de las mascotas con jugar a los muñecos o humanizarles.

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