EDUCACIÓN
Dar responsabilidades acordes a su edad, poner a su alcance las cosas de casa y otros consejos para que nuestros hijos aprendan desde pequeños.
Como padres, queremos que nuestros hijos desarrollen habilidades para la vida, que sean personas de bien, con aptitudes y cualidades y sean limpios y ordenados.
Sin embargo, estos hábitos requieren paciencia y trabajo desde temprana edad.
Aquí te comparto 4 puntos que nos ayudarán a conseguir este objectivo.
1. Dar encargos a todos los miembros de la casa
Desde que nuestros hijos son pequeños, tendremos que dejar claro de forma anticipada que todos en la familia tenemos responsabilidades, de acuerdo a la edad de cada uno, y que debe ser así para lograr un mejor funcionamiento dentro del hogar.
Aunque sean muy pequeños nuestros peques, establecer sus encargos y responsabilidades será beneficioso para que conozcan lo que se espera de ellos.
Es importante que, como familia, nos organicemos con las tareas, deberes y responsabilidades del hogar y que cada uno conozca cuáles son sus responsabilidades personales y encargos familiares.
Podemos enseñarles a diferenciar lo personal de lo grupal.
Responsabilidad personal es algo relacionado a él o ella, sus pertenencias e intereses propios, por ejemplo:
Los encargos familiares están vinculados a la ayuda en grupo, al hecho de ser generoso y aportar algo que beneficie a todos, por ejemplo:
2. Usar frases de pertenencia y conexión familiar
Será más sencillo que logremos que nuestros hijos valoren la limpieza y el orden si usamos pequeñas frases que ayuden a crear sentido de conexión y pertenencia, por ejemplo:
Estas frases crean sentido de pertenencia y conexión dentro del hogar, por lo que nuestros hijos sabrán que son tan valiosos ellos, como su cooperación dentro de la casa.
3. Tener a su alcance las cosas para ordenar
Muchas veces, como padres, tenemos toda la intención de que nuestros hijos comiencen desde pequeños a desarrollar el hábito del orden, pero no nos damos cuenta de que las cosas no siempre son accesibles para los peques.
Por eso, es importante valorar de qué queremos que se haga responsable y buscar la manera de que ellos mismos lo puedan hacer, poniendo a su alcance el lugar donde se guarda cada cosa. Por ejemplo, podemos considerar que se encarguen de sus:
4. Predicar con el ejemplo
En este punto podemos cuestionarnos un poco a nosotros mismos: ¿cómo está nuestra casa o nuestra habitación?
Será difícil exigir que nuestros hijos sean limpios y ordenados si nosotros como padres no sabemos dónde están las cosas que buscamos, o bien amontonamos la ropa, sin darle el orden necesario a cada cosa.
Por eso, como adultos debemos procurar lo siguiente:
En conclusión, podemos ir midiendo avances con un poco de estructura, práctica, perseverancia, trabajando en equipo y siendo ejemplo.