UNA JOYA
Simone Biles ha vuelto a los Juegos Olímpicos de París 2024 brillando por todo lo alto. La gimnasta, después de su repentina retirada por varios problemas en los anteriores JJOO, ha decidido lucir uno de los maillots más exclusivos de la historia. Estrellas y más de seis mil cristales son solo algunos de los detalles que esconde esta pieza única.
Simone Biles ha vuelto para triunfar en los Juegos Olímpicos de París 2024 y no solo por su increíble técnica a la hora de ejecutar los ejercicios. La gimnasta ha querido lucir, en su vuelta al tapiz un maillot que le ha hecho brillar durante toda la competición.
El maillot negro, que se acerca más a los que llevan las deportistas de gimnasia rítmica, cuenta con más de seis mil cristales de Swarovski y es ya uno de los más caros y exclusivos de la historia de los Juegos Olímpicos. Valorado en más de 5.000 euros, a esta joya le recubren cientos de detalles, terciopelo o destellos holográficos como las numerosas estrellas que hacen referencia a la bandera de su país, Estados Unidos.
La americana ha desprendido tanto brillo con su traje que las luces del pabellón se reflejaban en cada cristal que lucía. Seguramente el jurado se ha quedado deslumbrado entre otras cosas por cómo lo ha lucido, pero también por el resultado que ha conseguido: se ha clasificado para la final de tres de los cuatro aparatos que compite.
Un traje que Simone ha llevado, según las normas, con un moño recogido desenfadado que le acompañaba a medida que la gimnasta artística volaba por el cielo de la olimpiada.
El maillot, nombrado como Star Spangled Shine Leotard, es un diseño de GK Elite, quienes han sabido fusionar perfectamente el patriotismo tan característico de EEUU con el glamour de París.
Para los más fanáticos, esta pieza única que visten las integrantes del equipo de gimnasia artística en estos JJOO está a la venta por unos 90 dólares y puede comprarse en la página web de la firma. Los brillantes de Swarovski, claro está, están sustituidos por lentejuelas.
Una prenda que combina la última moda de París sin olvidarse de la comodidad y libertad que una gimnasta debe tener para competir a su máximo nivel.
Hace unos días, Simone se convirtió en el centro de atención no solo por coronarse como una de las mejores gimnastas del momento, sino por su regreso a los tapices.
En plena final de los Juegos Olímpicos de Tokio 2020, en los que prometía hacer historia, la deportista decidió retirarse. Estaba a un paso, por aquel entonces, de convertirse a sus 23 años en una leyenda de la gimnasia artística, pero varios problemas a los que se enfrentaba terminaron afectándola y la gimnasta decidió priorizar su salud mental antes que el oro.
La presión tan dura a la que se enfrentan los profesionales de este deporte, la fama y el abuso que sufrió por parte del pedófilo Larry Nassar -médico del equipo nacional ahora ya en la cárcel- hicieron que Biles tomara aire y se retirara durante un tiempo. Sumado a esto, sufrió "twisties", una desconexión entre mente y cuerpo que le impedía competir.
Una decisión crucial que no todo el mundo entendió, pero que le ha hecho volver con más fuerza cuatro años después a los JJOO de París. Simone Biles cuenta ya con siete medallas olímpicas y seguro que en las próximas horas de torneo serán más las que se sumen a su palmarés.