UNA NOCHE MUY ESPECIAL
Por segundo año consecutivo, los reyes han abierto las puertas del Palacio de Miravent para celebrar la recepción a las autoridades de las Islas Baleares. Un evento donde la reina Letizia hizo un guiño con su look a la cultura y la historia balear y donde derrochó complicidad con su suegra doña Sofía, que se unió a los monarcas en una noche de lo más especial.
Un verano más, los reyes han llevado a cabo la recepción a las autoridades de las Islas Baleares en un evento que ha tenido lugar por segundo año consecutivo en el Palacio de Marivent. En esta ocasión, doña Sofía se ha unido a los monarcas, formando un trío real que ha marcado la velada y derrochando complicidad con su nuera.
La reina Letizia, famosa por sus elecciones de moda audaces, ha continuado con la tradición al presentar un nuevo y espectacular atuendo, perfectamente adecuado para las cálidas noches veraniegas.
En sintonía con su estilo distintivo, la reina ha optado por un vestido de escote Bardot, que destaca la elegancia de la zona de la clavícula y el bronceado de su piel, con una cintura ceñida y una falda que cae hasta los tobillos. El diseño, adornado con un vibrante estampado de estilo acuarela, incorpora elementos de animales y dos colores, blanco y azul, siguiendo con la esencia mediterránea.
La elección de la prenda refleja la estética característica de la reina, pero sorprende por su etiqueta: un diseño de la reconocida marca española Desigual. Esta colaboración con la diseñadora Stella Jean, conocida por sus patrones coloridos, costaba originalmente 829 euros, pero en estos momentos el vestido se encuentra agotado en todas las tallas.
Para complementar su atuendo, la reina Letizia ha elegido unos elegantes pendientes en forma de rosa de los vientos, creación de la diseñadora de joyas mallorquina Isabel Guarch. Estos pendientes forman parte de la colección 'Vents', inspirada en los vientos baleares y mediterráneos, rindiendo homenaje a su influencia en la navegación. Con esta elección, la reina ha reafirmado su conexión con la cultura y la historia de las Islas Baleares, mientras añade un toque personal a su look de la velada real.
En una noche marcada por la moda, la elegancia y la tradición, los reyes han llevado a cabo su compromiso anual con la sociedad balear, demostrando una vez más su complicidad y conexión con la comunidad.