ENIGMA RESUELTO
Sigue estos consejos de higiene con tu ropa de dormir para prevenir infecciones en la piel.
Existen algunas prendas en el armario sobre las que, más de una vez, nos hemos preguntado cuándo las deberíamos lavar. En el caso de prendas como la ropa interior, la frecuencia de lavado es obvia, pero en otras, como sábanas, sujetadores o pijamas, reina la incógnita.
Sin embargo, es importante controlar los tempos en los que lavamos nuestros textiles, ya que, si no les damos un cuidado adecuado, podemos acortar su vida. Y, peor aún, no estaremos cumpliendo con unas condiciones de higiene íntima óptimas que la gente de nuestro entorno puede llegar a percibir y podría ser perjudicial para nuestra salud.
En este artículo damos respuesta a la frecuencia con la que deberíamos lavar nuestros pijamas. Una prenda que utilizamos cada día, sin excepción, y con la que vestimos de 6 a 10 horas diarias.
Nuestra piel está continuamente desprendiendo células y bacterias que quedan adheridas a la ropa, por lo que los pijamas son un lugar propenso a la acumulación de estos microorganismos.
El riesgo está en que, si llevamos la ropa de dormir durante un tiempo excesivo, estas bacterias pueden llegar a provocarnos infecciones en la piel. La situación se agrava si los microorganismos traspasan a otro tipo de prendas.
Estas infecciones pueden aparecer aunque los tejidos del pijama sean de calidad. Y es indiferente de si llevamos un pijama de invierno, que cubra todo el cuerpo, o uno de manga corta, para la época estival.
Especialmente importante es cambiarnos de pijama cuando padecemos problemas de piel, como eccemas, dermatitis, psoriasis u otras afecciones. En estos casos es recomendable lavarlo con frecuencia.
Estos son los mínimos de lavado que tienes que seguir para tener una buena higiene y cuidado de la piel:
Según Henkel, compañía especializada en detergentes y cuidados para la ropa, por regla general (y en el caso de que tengas un tipo de piel sin patologías) es recomendable que cambies el pijama una vez por semana, como mínimo. En el caso de que sufras algún tipo de afección en la piel, lávalo, al menos, dos veces a la semana.
Si quieres aplicar una frecuencia óptima de lavado, entonces, ponlo a lavar cada tres o cuatro puestas, aumentando la frecuencia en pieles con eczemas u otros.
Para el lavado del pijama, programa la lavadora con agua a un mínimo de 30 °C. Esta es la temperatura ideal para eliminar las bacterias y, a la vez, no perjudicar los colores de las prendas. En cuanto al detergente, utiliza tu jabón de ropa habitual para el resto de coladas.
Mientras el pijama sea de algodón o de otro tipo de tejido resistente, puedes meterlo en la lavadora con el resto de la ropa. Pero si es de algún tejido delicado, como la seda, fíjate en las indicaciones del fabricante que encontrarás en la etiqueta y sigue las instrucciones de lavado.
De nada sirve mantener una higiene correcta con los pijamas si nos olvidamos de la ropa de cama. En este sentido, es importante que también cambies las sábanas y almohadas una vez por semana, y que ventiles tu habitación un mínimo de 10 minutos al día para eliminar la humedad y el calor corporal acumulado en el espacio.
Lava la ropa de cama entre 60º C y 70º C y, si dispones de ella, sécala en la secadora para eliminar los ácaros y prevenir alergias.
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