ELIGE BIEN
Aprende en qué se diferencian estas prendas y elige el complemento adecuado para que tus estilismos sean redondos.
Aunque las evidencias científicas digan que no nos constipamos por ir descalzas, salir a la calle con el pelo mojado o ir demasiado escotadas, cuando llega el frío tenemos tendencia a cubrir nuestro cuello con un pañuelo o un fular.
De repente, un chal o una pashmina se convierte en esa prenda polivalente e indispensable que aporta un toque de sofisticación a nuestro look y que, además, supone una capa más de abrigo.
Sin embargo, ¿sabes qué diferencia hay entre un pañuelo, un fular, un chal, una pashmina o una bufanda? En NovaMás te explicamos los detalles de cada prenda para que elijas la adecuada en el momento oportuno.
Pañuelo
Prenda generalmente cuadrada -de dimensiones más grandes que el pañuelo de bolsillo- de tejido fino que se usa sobre todo como accesorio en los estilismos femeninos y masculinos.
También se denomina carré -que significa cuadrado en francés- desde que en 1937 Hermès fabricó su primer modelo estampado de seda.
Fular
Pañuelo con forma rectangular, que es, generalmente, estampado y de un tejido fino y ligero.
El término es una herencia del francés, foulard, dado que desde el siglo XVI se fabrica de forma local en una villa de Lyon.
No obstante, en los años 60, un creador italiano, Emilio Pucci, fabricó fulares en seda con dibujos estampados de vivos colores que marcaron tendencia y famosos diseñadores como Hermès o Versace siguieron rápidamente su ejemplo.
Históricamente, se ha considerado el tocado femenino más sencillo, puesto que colocado sobre el cabello y anudado en el cuello transmite una imagen de elegancia, pudor y modestia.
La princesa Grace Kelly de Mónaco era una asidua de este complemento de seda tan versátil.
Bufanda
Esta prenda se podría considerar de la misma familia que el fular, dado que tiene dimensiones similares -es rectangular y mucho más larga que ancha- pero suele estar confeccionada con tejidos más gruesos como lana, punto, ganchillo o fieltro.
Se coloca alrededor del cuello -dándole vueltas a este, según la longitud de la prenda- y su finalidad es abrigar a quien la lleva, pero siempre es un complemento a tener en cuenta a la hora de combinar el resto de prendas de ropa como los jerséis y los abrigos.
Chal
También conocido como echarpe, el chal es un pañuelo rectangular, más estrecho que el fular y mucho más largo que ancho, que se coloca sobre los hombros y se deja caer sobre la parte delantera, aunque también se puede anudar en el cuello, sobre los hombros.
Los varones lo suele utilizar como complemento de americanas y chaquetas más armadas, mientras que las mujeres lo acostumbran a llevar en fiestas o ceremonias más formales para cubrir los hombros en sustitución de una chaqueta o abrigo.
Según el tejido del que esté fabricado se puede utilizar como prenda de abrigo o como mero adorno, por lo que hay una gran variedad de modelos hechos con terciopelo, gasa, lana, tul… y acabados con flecos, borlas e incluso bordados en sus extremos.
En los años 50 se hizo imprescindible como complemento en los trajes de vestir.
Pashmina
Este término en realidad hace referencia a un tipo de lana de cachemira, que proviene de una raza de cabras propias de las regiones más altas de las cordilleras del Himalaya. Desde hace miles de años en Cachemira y en el Nepal se fabrican con ella chales dealta calidad que destacan por su suavidad, ligereza y calidez; por lo que esta prenda no deja de ser un chal confeccionado de lana.
En la actualidad, el uso de este término se ha extendido a todos los pañuelos que se producen con algún porcentaje de este tipo de lana, pues han proliferado las empresas que mezclan esta materia prima con viscosa y producen prendas mucho más económicas y de menor calidad.
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