LO NECESITAS SABER
Tan solo te hace falta una percha para conseguir cerrar por completo el probador.
Ir de compras se puede convertir fácilmente en una odisea. Eliges el día en el que las tiendas están más llenas, no encuentras la talla de ese vestido tan bonito y nada está en su sitio. Además, debes esperar media hora para probarte tres camisetas en un probador claustrofóbico.
Allí, tú y todas acabamos adoptando mil y una poses para evitar que nos vean desde fuera o, directamente, nos cambiamos a la velocidad de la luz, porque nunca logramos cerrar por completo la cortina. Y menos si vamos solas. Esto se ha acabado con el truco que te traemos.
Cómo cerrar bien la cortina del probador de ropa
La cuenta de Instagram @cabronazi ha iluminado las redes con este consejo. Para este tip solo necesitarás hacer uso de una o dos perchas, aunque deben ser con pinzas, porque si no todo el mundo seguirá viendo como te lo pruebas todo.
Tan solo vas a tener que entrar en el probador y cerrar la cortina. En cada extremo - que es donde se da el problema - engancha las perchas de forma vertical a la pared del probador. Conseguirás que la cortina se mantenga totalmente extendida.
Un truco fácil y económico
La sencillez de este truco es innegable, además del gran resultado. Tampoco tienes que invertir dinero, ya que es tan sencillo como seleccionar una prenda de la tienda con esa percha. No hace falta que sea algo que te debas probar, simplemente devuélvelo cuando hayas terminado.
A priori, este truco te funcionará en todas las tiendas. De todas formas, si resulta que un probador no tiene superficie disponible para enganchar la percha, deberás seguir recurriendo a las mil poses incómodas o al apoyo de una amiga.
Qué debes tener en cuenta en un probador
Aunque con este truco hemos solucionado gran parte de la incomodidad del claustrofóbico lugar, hay otros aspectos que deberías tener en cuenta.
Coge lo máximo
Para que tus compras no se alarguen más de lo esperado, aprovecha cada visita al probador para entrar el máximo de prendas permitidas. Algunas de nuestras tiendas favoritas ponen un tope al entrar ropa, por lo que es mejor hacer tres viajes cargados que uno por cada tres prendas.
Solo prendas necesarias
Para muchas de las prendas que cogemos no es necesario desnudarnos, como abrigos, blazers o gorros, por lo que haciendo cola en el probador tan solo desperdicias tiempo. Plántate enfrente de un espejo que encuentres por la tienda, ¡qué para algo están!
No te fíes de la luz
Las tiendas de ropa tienen sus trucos para que te veas mejor. Nuestro cuerpo cambia cuando nos ponemos delante del espejo de un probador, porque tanto este como las luces están puestas de una forma u otra adrede. Para evitar que te engañen, llévate la ropa que te ha gustado a casa y devuelve la que descartas, así podrás vértela puesta con luz natural.
Pon orden
Para que puedas juzgar medianamente rápido la prenda, es fundamental que el probador no sea un caos y más si entras con una tonelada de ropa. Cuelga las prendas que lleven percha para liberar espacio y amontona las demás. Las que hayas descartado, agrúpalas en un montón y las que te quedes, en otro. Así conseguirás encontrar rápidamente lo que te falta por probar, porque seguro que no recuerdas qué has cogido.
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