PAPARAZZIS
La supermodelo de los 90 Kate Moss fue fotografiada en un encuentro familiar, sin maquillaje y volviendo a fumar. Una estampa en la que la modelo aparece irreconocible en comparación con sus últimos eventos públicos.
La icónica supermodelo Kate Moss, de 49 años, dejó a todos boquiabiertos cuando fue cazada por los paparazzis fumando afuera del restaurante Cecconi's en el exclusivo barrio de Mayfair, Londres, el miércoles pasado.
Moss llevaba una llamativa blusa de lunares en tonos rosa y negro, que contrastaba con sus pantalones negros y sandalias de tacón, mostrando su inconfundible estilo y elegancia. Sin embargo, lo que más llamó la atención fue su aspecto, que parecía irreconocible en comparación con su imagen habitual en las alfombras rojas.
Lo cierto es que su rostro lucía como siempre, pero al llevar la cara lavada, se hacían más evidentes los inevitables signos de la edad que cualquier persona experimenta con el paso de los años. Porque sí, las supermodelos de los 90 también envejecen. Además, el hecho de tener un cigarrillo en la boca en un momento en el que fumar es cada vez menos aceptado socialmente, añadió un impacto adicional a su imagen.
Durante esta aparición pública, Moss se encontraba en una reunión familiar con su hermano Nick y su padre Peter. También les acompañaba una mujer anónima con la que la supermodelo se fundió en un abrazo.
Aunque estas imágenes resulten impactantes para muchos, lo cierto es que Kate Moss fuma desde joven. Como vemos en este post de X, hay muchas imágenes de archivo que corroboran que la modelo hasta posaba ante las cámaras con su gran vicio.
De hecho, hace un año, la maniquí expresó al periódico británico Evening Standard que estaba decidida a cambiar sus hábitos y comenzar a llevar un estilo de vida más saludable. Poco después, los rotativos de su país reportaron que la segunda modelo más cotizada del mundo en 2012 (según Forbes), llevaba años sin probar el alcohol y las drogas, y que el siguiente paso era dejar el tabaco.
Y aunque esta intención se vio reflejada en los titulares del pasado mes de agosto, que comentaban que Kate Moss se había pasado a los cigarrillos electrónicos, este mes de septiembre habría dado un paso hacia atrás al volver a los tradicionales.
La última vez que vimos a Kate Moss antes las cámaras fue en la Met Gala, que se celebró el pasado mes de mayo en el Museo de Arte Metropolitano de Nueva York. Allí acudió luciendo un vestido lencero, satinado, de color rosa empolvado, con detalles de bordados en la zona del pecho, de Fendi. Lo combinó con unas mangas de tul en rosa y un maquillaje creado por el equipo Charlotte Tilbury que centraba toda la atención en su mirada felina. Estaba espectacular manteniendo el mismo estilo que lucía hace 30 años.
La modelo británica, quien fue una de las musas de Karl Lagerfeld, el homenajeado de esta celebración, fue acompañada por su hija, Lila Moss, de 20 años, quien también es modelo y llevaba un atuendo del mismo tono que el de su madre. No obstante, destacaba por los voluminosos detalles de pelo, lo que contrastaba con la sencillez del traje de la supermodelo de los 90.