DURANTE SU VIAJE A BALI
Tamara Falcó e Íñigo Onieva han decidido hacerse un increíble viaje con motivo de la Semana Santa, o como el propio empresario escribió en redes sociales, una preHoneyMoon antes de darse el 'sí, quiero'. La pareja ha viajado hasta Bali, allí han disfrutado de unos románticos días en los que han aprovechado para hacer turismo. Un viaje que no ha estado exento de polémica y es que Tamara ha sido muy cuestionada por publicar la misma foto que su prometido pero mientras él decidió subirla a stories sin retocar, ella decidió modificarse un poquito su figura...
Inmersos en los preparativos de su boda, que se celebrará en el palacio El Rincón el próximo 8 de julio, Tamara Falcó e Íñigo Onieva han decidido tomarse un descanso para disfrutar de unas vacaciones de Semana Santa tan especiales como románticas. ¿El lugar elegido? Un exclusivo resort de cinco estrellas, con habitaciones a partir de 3000 euros la noche, en la paradisíaca isla de Bali.
Días en los que no han faltado los paseos por la playa, las jornadas de turismo para conocer este idílico destino y, sobre, todo, momentos únicos en los que la pareja ha podido recargar pilas y desconectar del estrés que han vivido en los últimos meses, ya que son muchos los detalles a organizar para el que promete convertirse en el 'sí, quiero' del año, en el que todo apunta que será su último viaje como solteros; o su preHoneyMoon como la ha definido el empresario en las diferentes imágenes que ha compartido en sus redes sociales.
Unas idílicas vacaciones que no han estado exentas de polémica. Y es que una foto que han publicado ambos se ha comentado mucho. ¿El motivo? Pues que parece que Íñigo subió la imagen sin retocar a stories mientras Tamara Falcó decidió hacer uso de los retoques y parece que modificó un poco su figura (piernas y cintura) respecto a la foto que publicó su prometido (hablamos de la séptima imagen de esta galería).
Ajenos a esta polémica, la enamorada pareja regresaba este martes a España y, con el fin de evitar a la prensa, hacían uso del servicio premium del aeropuerto de Madrid donde les recogió su chófer de confianza. Mientras la socialité apostó por la comodidad con un chándal en tonos claros, zapatillas deportivas y el pelo recogido en una coleta, su prometido, con la almohada de viaje todavía sobre los hombros, se encargó de llevar el equipaje y cargar, además de con su mochila con el bolso de Tamara, repleto de cosas.
Minutos después, la pareja llegaba a su domicilio en el centro de la capital y, bronceados y sonrientes aunque con rostro cansado, contaban que sus viaje a Bali ha ido "bien" y se lo han pasado "muy bien". Eso sí, sobre la misma imagen que compartieron ambos, ella retocada y él sin retocar, ni una palabra.