PRIMERAS PALABRAS
Aún con la resaca emocional de los Latin Grammy, Shakira se ha sentado en el banquillo acusada de un presunto delito fiscal. Un juicio que ha terminado con un pacto con la Fiscalía y unas declaraciones cargadas de significado.
La defensa legal de Shakira ha llegado a un acuerdo de conformidad con la Fiscalía para cerrar el proceso penal por el que la cantante, acusada de seis delitos fiscales presuntamente cometidos entre 2012 y 2014, se enfrentaba a una pena de prisión de ocho años y dos meses y a una multa de 23,8 millones en el juicio que arrancaba este lunes en Barcelona y que, en principio, estaba previsto que se alargase hasta mediados del próximo mes de diciembre.
Así lo ha explicado la de Barranquilla en el comunicado que ha difundido su agencia de comunicación justo después de que llegase al Palacio Superior de Justicia de Barcelona: "Me sentía lista para enfrentarme a un juicio y defender mi inocencia. Mis abogados estaban convencidos de que teníamos un juicio ganador. Sin embargo, después de muchos años de lucha, he tomado esta decisión".
Llegados a este punto, la intérprete de Monotonía solo tenía dos opciones: "Seguir peleando hasta el final, hipotecando mi tranquilidad y la de mis hijos, dejar de hacer canciones, álbumes y giras, sin poder disfrutar de mi carrera y las cosas que me gustan; o pactar, cerrar y dejar atrás este capítulo de mi vida mirando hacia adelante".
Por este motivo, ha tomado la decisión de pactar con la Fiscalía, según ha explicado, por petición expresa de sus hijos: "He llegado a la conclusión de que no es triunfo ganar si el precio es que te roben tantos años de tu vida".
Además, la cantante ha confesado que lo único que desea en estos momentos es pasar página y que Sasha y Milan la vean feliz: "Tengo que escoger mis batallas y la más importante para mí ahora es hacer todo para que mis hijos vivan una vida plena y enfocarme en lo que es realmente importante: verlos crecer y pasar tiempo con ellos, sin someterlos a la angustia de ver a su madre en un juicio penal con el desgaste que supone".
Un acuerdo de conformidad por el que Shakira se ha declarado culpable del fraude de 14,5 millones de euros y por el que pagará una multa de 7.329.990 millones de euros -a parte de las cuotas que ya devolvió- y asume una pena de tres años de cárcel que no cumplirá a cambio de pagar otros 432.000 euros.
A pesar de que la artista no ha hecho declaraciones ni a su llegada a los juzgados ni a su salida una vez confirmado el pacto con la Fiscalía, sí que ha roto su silencio con unas significativas palabras en sus redes sociales: "Una loba como yo siempre escoge a la familia".
Con esta frase, la artista ha dejado claro que si ha reconocido su culpabilidad es única y exclusivamente por la felicidad de sus hijos. Además, ha acompañado esta declaración cargada de significado con la dedicatoria que le hizo a los pequeños durante los Latin Grammy celebrados en Sevilla, en la que les prometió que iba a ser feliz: "Van a tener una mamá que va a reír con toda su risa, porque se lo merecen".
Un discurso que muchos pensaron que incluía un dardo a Gerard Piqué, pero que ahora cobra un nuevo significado. Todavía no lo sabíamos, pero Shakira ya tenía claro durante los galardones que iba a pactar con la Fiscalía.