DE REGRESO A ESPAÑA

Rodolfo Sancho regresa de Tailandia con rostro serio tras su encuentro con Silvia Bronchalo: "Estoy bien"

Será el próximo 12 de diciembre cuando Rodolfo Sancho vuelva a ver a su hijo en una nueva vista en la que se espera que se establezca la fecha del juicio por presunto asesinato. Hasta entonces, el actor ha regresado a nuestro país, aunque sorprendiendo al aterrizar en Barcelona. No te pierdas el vídeo.

Este lunes, 27 de noviembre, Rodolfo Sancho y Silvia Bronchalo  coincidieron en Tailandia con motivo de la última vista de su hijo, Daniel Sancho. Se esperaba que los abogados del chef presentasen las pruebas de su defensa y que se estableciese la fecha del juicio, pero finalmente el proceso judicial fue aplazado para el próximo 12 diciembre.

Con este giro de los acontecimientos, el acusado volvía a ingresar en prisión y sus padres retomaban su vida a kilómetros de Koh Samui. Mientras el paradero de Silvia es desconocido -pues ha intentado ser discreta en todo momento- Rodolfo acaba de aterrizar en España.

Rodolfo Sancho en Tailandia | Gtres

El intérprete de Mar de Plástico ha sido captado por las cámaras de Gtres en el aeropuerto de Barcelona, con una actitud que ha llamado especialmente la atención. Lejos de la sonrisa y la predisposición a hablar con la prensa que mostraba hace tan solo unos días, el actor ha reaparecido con rostro serio y con el silencio por bandera.

No ha querido responder a ninguna cuestión relacionada con la investigación de su hijo, con su estancia en Tailandia y mucho menos con su cara a cara con su exmujer. Eso sí, la única pregunta a la que ha respondido ha sido sobre cómo se encuentra: "Estoy bien".

Rodolfo Sancho en el aeropuerto de Barcelona | Gtres

De forma tajante, ha vuelto a esquivar las cámaras en un intento de pasar desapercibido y volver a la estrategia del silencio en estos momentos tan complicados. Ataviado con una gorra, una camisa y con el móvil en la mano, Rodolfo ha dejado claro que no piensa pronunciarse y que su única intención es continuar con su vida con la normalidad que se le permita.