DOS DÉCADAS DE MATRIMONIO
Los reyes tienen marcado el 22 de mayo como una fecha especial, pero este año todavía lo va a ser más, ya que se cumplen 20 años de su boda. Por ahora, se desconoce cómo lo van a celebrar. Mientras, vamos a hacer un repaso de cómo fue ese día.
Hace unas semanas, poníamos atención a la noticia del decimotercer aniversario de boda de los príncipes de Gales, Kate y Guillermo, que publicaban en su perfil de Instagram una foto inédita de ese día tan especial.
Ahora, quienes están de celebración son los reyes Felipe y Letizia, ya que este 22 de mayo se cumplen 20 años de su enlace matrimonial. En este artículo, vamos a repasar algunos detalles de la boda de los entonces príncipes de Asturias.
El día de una boda, y más si es tan mediática como esta, una de las primeras cosas en las que se fija la gente es en el vestido de la novia, sobre todo después de la expectación creada los días anteriores ante el secretismo del diseño.
En esa ocasión, la reina Letizia escogió a Manuel Pertegaz para crear el que a lo mejor fue, y será, uno de los vestidos más especiales de su vida. Cuando la entonces princesa llegó a la catedral de la Almudena, la multitud de gente que allí se congregaba bajo los paraguas (ese día llovió) pudo ver el vestido blanco con bordados de hilo de plata y oro platinado con diferentes motivos, cada uno de ellos, con un significado especial. Tenía el cuello en forma de uve, de manga larga y una cola de 4,5 metros de largo. El velo estaba sujeto con la misma tiara Prusiana con la que se casó la reina Sofía y los pendientes fueron un regalo de los ahora reyes eméritos y eran de platino con diez diamantes.
Y no podía faltar el ramo, compuesto de azahar, espigas, flor de manzano, lirios y rosas.
Por su parte, el rey Felipe vistió el uniforme de gran etiqueta del Ejército de Tierra con el Toisón de Oro y la banda de la Orden de San Hermenegildo.
Ese 22 de mayo de 2004 llovió en Madrid y eso hizo que se tuvieran que cambiar aspectos de la organización. Ejemplo de ello es que Letizia, acompañada de su padre y padrino de boda, no pudo ir caminando desde el Palacio Real hasta la Almudena (hay una distancia de unos 200 metros) y lo tuvo que hacer en coche, un Rolls-Royce Phantom IV.
Antes, los invitados ya esperaban en el interior de la catedral cuando Felipe llegó acompañado de su madre, la reina Sofía.
Felipe y Letizia se casaron bajo la atenta mirada de 1.200 invitados, entre los cuales había familiares, amigos, miembros de otras casas reales y representantes de otros países. Si todos ellos esperaban oír un "sí, quiero" por parte de los novios, se quedaron con las ganas porque estas palabras no se pronunciaron, ya que optaron por otra fórmula. Tampoco hubo el clásico beso al terminar la ceremonia (que, por cierto, fue vista por 1.200 millones de espectadores en todo el mundo).
Tras recorrer Madrid, haciendo una parada en la basílica de Nuestra Señora de Atocha, empezó el banquete en el Palacio Real. El menú lo elaboró el ya desaparecido restaurante Jockey, de la capital española, y la tarta nupcial fue obra de Francisco Torreblanca.